Republicanos defienden que los ataques a Irán lograron avances diplomáticos
La Casa Blanca asegura que los bombardeos debilitaron el programa nuclear iraní. Los legisladores republicanos destacan que Irán aceptó un alto el fuego y negociaciones, aunque persisten dudas sobre el impacto real de los ataques. La oposición demócrata cuestiona la constitucionalidad de la operación.
«Un retroceso sustancial para Irán»
El portavoz republicano Mike Johnson afirmó que los ataques aéreos estadounidenses supusieron «un retroceso sustancial» para el programa nuclear iraní. Según él, la prueba de su éxito es que «Irán aceptó inmediatamente un alto el fuego que habría sido impensable semanas atrás». El secretario de Estado, Marco Rubio, explicó en una sesión informativa que el objetivo era forzar negociaciones.
División entre republicanos y demócratas
Mientras los republicanos insisten en el éxito diplomático, los demócratas cuestionan la efectividad real de los bombardeos. Adam Smith, líder demócrata en el Comité de Servicios Armados, declaró: «Seguimos sin saber si el ataque frenó las ambiciones nucleares de Irán». Jim Himes, del Comité de Inteligencia, añadió que las contradicciones en los informes no se han resuelto.
La sombra de la filtración
Un informe preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) sugirió que los ataques solo retrasaron el programa nuclear iraní unos meses. Esto provocó que el gobierno de Trump desplegara nuevos datos para contrarrestar esa versión. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció una investigación por la filtración.
Ausencias notables
La directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, estuvo ausente en las sesiones informativas, lo que generó críticas. Jim Himes calificó su exclusión como «muy peculiar», mientras que algunos republicanos restaron importancia al hecho.
Una operación sin consenso
Los ataques, ejecutados sin autorización del Congreso, han sido criticados por demócratas como un exceso inconstitucional. Ahora impulsan una ley para limitar las acciones militares de Trump contra Irán. Sin embargo, la iniciativa tiene pocas posibilidades de prosperar sin apoyo republicano.
Un precedente de tensión
Estados Unidos e Irán llevan años en un pulso por el programa nuclear, con sanciones y amenazas mutuas. Los bombardeos del fin de semana marcaron la primera vez que se usó la bomba perforadora GBU-57, de 30.000 libras, contra instalaciones en Fordo, Isfahán y Natanz.
¿Diplomacia o fuerza?
El gobierno de Trump insiste en que los ataques abrieron la puerta a negociaciones, pero persisten dudas sobre su impacto real. Mientras los republicanos celebran un avance diplomático, los demócratas advierten sobre los riesgos de sobredimensionar los resultados.