Miss Peppermint y Hugh Ryan lideran un club de lectura virtual sobre historia queer
La iniciativa busca preservar la memoria LGTBQ+ frente a políticas de borrado histórico. El club mensual combina literatura diversa con espacios de diálogo en Discord. Surge como respuesta a la eliminación de derechos y registros bajo la administración Trump.
«El pasado queer es más sabio de lo que creíamos»
La drag queen Miss Peppermint (concursante de *RuPaul’s Drag Race*) y el historiador Hugh Ryan dirigen Queer History 101, un club de lectura virtual que explora la resistencia LGTBQ+ a través de libros, desde novelas juveniles hasta memorias. «La historia queer siempre es una historia de resistencia», afirma Ryan. La selección de junio es *So Many Stars*, una historia oral de personas trans y no binarias de color.
Comunidad frente a la censura
El proyecto nace en un contexto de retroceso en derechos trans: eliminación de registros sanitarios, restricciones laborales y amenazas a monumentos como Stonewall. Peppermint denuncia que «el borrado ocurre frente a nuestros ojos». Frente a esto, el club promueve espacios como el servidor de Discord Kiki para debates y entrevistas con autores.
De lo académico a lo accesible
El club es una reinvención de uno anterior centrado en no ficción académica. Los nuevos líderes optaron por diversificar géneros para llegar a más públicos. «No importa si llegas a la historia queer por un cómic o la tele», dice Ryan. Incluyen desde poesía hasta novelas gráficas.
Lecciones desde el archivo
Michael Bronski, profesor de Harvard y activista desde 1969, destaca que la tecnología no sustituye la comunidad. Aunque herramientas como Zoom ayudan, advierte: «Los tuits no forman comunidades». Peppermint recalca la necesidad de preservación física, citando el trabajo de la archivista Marion Stokes, que grabó emisiones televisivas durante 30 años.
Un futuro que mira atrás
Bronski recuerda que cada borrado reconoce lo existente. A sus 76 años, ve crucial que las comunidades LGTBQ+ mantengan viva su historia mediante publicaciones independientes o relatos orales. «El gobierno tiene poder, pero no es una comunidad», concluye. El club aspira a ser un puente entre generaciones en esta lucha.
Resistencia en letras
La iniciativa demuestra que, pese a los intentos de borrado, la memoria queer persiste en formatos innovadores. Combinando educación y comunidad, ofrece herramientas para enfrentar un presente hostil aprendiendo del pasado.