Jamenei proclama «victoria» de Irán sobre Israel y EEUU tras alto el fuego
El líder iraní asegura que el «régimen sionista casi colapsó». El mensaje televisado llega dos días después del cese de hostilidades, que dejó 630 muertos. Jamenei niega daños significativos en instalaciones nucleares pese a los bombardeos estadounidenses.
«Una bofetada en la cara a Estados Unidos»
El ayatolá Alí Jamenei calificó el resultado del conflicto iniciado el 13 de junio como «una victoria sobre el falso régimen sionista». Afirmó que Israel «fue aplastado por los golpes de la República Islámica» y extendió su triunfalismo a EEUU: «Entró en la guerra para salvar a Israel, pero no logró nada significativo».
Reivindicación de ataques y advertencias
Jamenei destacó que Irán «arrasó hasta los cimientos» zonas israelíes y atacó la base estadounidense de Al Udeid en Qatar. Advirtió que «si se lleva a cabo otro ataque, el coste para el enemigo será definitivamente alto».
Negación de daños nucleares
El líder supremo minimizó los bombardeos de EEUU contra las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahán: «Atacaron nuestras instalaciones nucleares, pero fueron incapaces de lograr nada importante». Acusó al presidente Donald Trump de «exagerar para encubrir la realidad».
«Irán nunca se rendirá»
Jamenei respondió con dureza a las declaraciones de Trump exigiendo la rendición de Irán: «Usar esa palabra para Irán es fuente de ridículo». Aseguró que la cultura iraní es «cientos de veces superior a la de EEUU» y alabó la unidad de los 90 millones de iraníes.
Doce días que sacudieron Oriente Medio
El conflicto estalló el 13 de junio con una ofensiva israelí, seguida de ataques iraníes con misiles y drones. EEUU se sumó el domingo bombardeando instalaciones nucleares, mientras Irán respondió contra la base de Al Udeid. El alto el fuego se acordó el martes, aunque Israel insiste en su denuncia sobre un supuesto programa nuclear militarizado iraní.
Un mensaje para la historia
El discurso de Jamenei marca la narrativa oficial iraní sobre el conflicto, presentándolo como una victoria estratégica. Sus declaraciones refuerzan la postura de Irán como potencia regional dispuesta a responder a futuras agresiones, mientras se honra a los 630 fallecidos, incluidos militares y científicos nucleares.