Juez estadounidense absuelve a Meta en demanda por derechos de autor de IA
Meta no infringió la ley al entrenar sus modelos con libros de 13 autores. El fallo, emitido el 25 de junio de 2025, marca un precedente en los casos de uso de obras protegidas para inteligencia artificial. Sin embargo, el juez dejó claro que no es un cheque en blanco para el sector.
«Victoria con asterisco para la industria tecnológica»
El juez federal Vince Chhabria determinó que los demandantes no probaron daño económico por el uso de sus libros en el entrenamiento de los modelos de Meta. «La clave es si esta conducta reduce sustancialmente el mercado del original», señaló en su fallo. La demanda fue presentada en 2023 por autores como Sarah Silverman y Ta-Nehisi Coates.
El debate sobre el «uso transformativo»
Chhabria enfatizó que el entrenamiento de IA puede considerarse «transformativo» bajo la doctrina de uso justo, al no sustituir las obras originales. Sin embargo, criticó la falta de evidencia sobre daño al mercado, un aspecto que otros jueces, como William Alsup en un caso similar contra Anthropic, han abordado de forma distinta.
Reacciones divididas
Los abogados de los autores calificaron el fallo como «incorrecto», mientras que Meta lo celebró como un avance para la innovación en IA de código abierto. Expertos legales como Jacob Noti-Victor (Cardozo Law) destacaron que la teoría del «daño al mercado» podría influir en futuros litigios.
Un precedente con límites claros
Chhabria aclaró que su fallo solo aplica a los 13 autores demandantes y no legaliza el uso indiscriminado de obras protegidas. «En muchas circunstancias será ilegal copiar materiales con derechos para entrenar IA sin permiso», advirtió. La sentencia deja abierta la puerta a nuevas demandas si se demuestra perjuicio económico.
El cierre no es el final
El caso refleja la batalla legal en curso entre creadores y tecnológicas. Aunque Meta evita responsabilidad por ahora, el juez subrayó que las empresas deberán compensar a los titulares de derechos en la mayoría de los casos. La industria de la IA sigue bajo escrutinio por decenas de demandas pendientes en EE.UU.