Rubio afirma que Irán está «más lejos» de fabricar armas nucleares tras ataque de EE.UU.
El secretario de Estado desmiente informes de inteligencia que minimizan el impacto del ataque. Las declaraciones se producen en la cumbre de la OTAN en Países Bajos, donde Rubio defendió la acción militar ordenada por Trump.
«Daño sustancial, pero no definitivo»
Marco Rubio aseguró que Irán está «mucho más lejos de obtener un arma nuclear» tras los ataques estadounidenses a los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán. Sin embargo, reconoció que los informes de inteligencia preliminares sugieren un retroceso de solo «unos meses». El secretario de Estado tachó estos informes de «falsos» y con «agenda oculta».
Divergencias entre Trump y la inteligencia
Mientras el presidente Donald Trump insiste en que los sitios nucleares fueron «completamente destruidos», Rubio adoptó un tono más cauteloso: «El daño fue significativo, pero seguimos evaluando». La Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y otros organismos aún analizan el impacto real.
Objetivos y límites de la acción
Rubio aclaró que EE.UU. no busca un «cambio de régimen» en Irán, sino neutralizar su amenaza nuclear: «Nuestro problema es con un régimen clerical que quiere armas para amenazarnos». Trump, en cambio, sugiere en redes sociales que el colapso del gobierno iraní es probable si persiste en su programa nuclear.
La batalla interna en el Partido Republicano
La decisión de atacar Irán dividió a los halcones y aislacionistas del GOP. Rubio defendió la autoridad exclusiva de Trump: «Solo él tiene el voto. Una vez decide, sus instintos son asombrosos». El secretario de Estado destacó que el mandatario escucha opiniones, pero «nuestro trabajo no es cambiar su mente».
Un programa nuclear bajo presión
Irán ha mantenido su programa atómico pese a sanciones internacionales y acusaciones de violar el acuerdo nuclear de 2015. Los ataques de EE.UU. marcan la escalada más grave desde la ruptura del pacto en 2018.
Un mensaje claro, pero con interrogantes
Rubio transmitió unidad en la postura de EE.UU., aunque persisten dudas sobre el alcance real del ataque. La comunidad de inteligencia seguirá evaluando el impacto, mientras Irán enfrenta nuevas presiones estratégicas.