OTAN acuerda gastar el 5% del PIB en defensa para 2035

Los líderes de la OTAN firmaron en La Haya un compromiso para aumentar el gasto en defensa al 5% del PIB para 2035, con un mínimo del 3.5% anual en inversión militar.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia

Líderes de la OTAN acuerdan gastar el 5% del PIB en defensa para 2035

Los 32 aliados firmaron el compromiso en la cumbre de La Haya. El acuerdo responde a las presiones de EE.UU. y al escenario de seguridad tras la invasión rusa de Ucrania. Incluye un mínimo del 3.5% anual en inversión militar pura.

«Un paso adelante en seguridad compartida»

Los jefes de Estado de la OTAN rubricaron este miércoles una declaración que eleva el gasto en defensa al 5% del PIB para 2035. Según el secretario general, Mark Rutte, este es el «principal resultado» de la cumbre y un compromiso «ambicioso pero esencial» ante las «amenazas actuales». Europa y Canadá asumirán mayor responsabilidad financiera.

Detalles del plan de inversión

El documento establece un mínimo del 3.5% anual en gasto militar directo, con planes incrementales para alcanzar la meta. Además, se destinará hasta 1.5% del PIB en infraestructuras, innovación y preparación civil. En 2029 se revisará el progreso, ajustando los objetivos al «entorno estratégico».

Postura sobre Ucrania y Rusia

La declaración evita referencias explícitas a la adhesión de Ucrania o a la invasión rusa, aunque reafirma el apoyo «soberano» a Kiev. Sobre Moscú, se la califica como «amenaza a largo plazo», sin mencionar el conflicto. Rutte destacó que el Artículo 5 (defensa colectiva) sigue siendo «absolutamente claro», pese a las dudas previas de Donald Trump.

Antecedentes: Presión y contexto turbulento

El acuerdo surge en un escenario marcado por la guerra en Ucrania y las exigencias de Trump para que los aliados aumenten su gasto militar. La OTAN ya había fijado en 2014 el objetivo del 2% del PIB, pero la nueva meta duplica esa cifra ante la «seguridad euroatlántica en riesgo».

Cierre: Un compromiso vinculante para todos

El documento, aprobado por consenso, no incluye excepciones para países como España, que buscaba ajustes. Rutte aclaró que las cartas bilaterales (como la enviada a Pedro Sánchez) no modifican los términos. La eficacia del plan dependerá de su implementación en la próxima década.