Kilmar Abrego García seguirá en prisión mientras abogados debaten su deportación
El salvadoreño, deportado por error en 2025, enfrenta cargos de tráfico de personas. Un juez federal ordenó su liberación bajo condiciones, pero ICE podría deportarlo. El caso refleja tensiones entre agencias del gobierno de EE.UU.
«Un dilema creado por el propio gobierno»
Kilmar Abrego García, deportado erróneamente a El Salvador en marzo, permanece detenido en Nashville (Tennessee) desde su regreso a EE.UU. el 7 de junio. La jueza federal Barbara Holmes determinó que no representa riesgo de fuga ni peligro, pero reconoció que «no tiene autoridad sobre ICE», la agencia migratoria que busca deportarlo.
Choque entre agencias federales
El fiscal Rob McGuire admitió que no puede obligar a ICE a retener a Abrego García, pese a considerarlo clave para el caso. El juez Waverly Crenshaw criticó que el gobierno «pida a la corte que lo salve de sí mismo», señalando que el Departamento de Justicia y Seguridad Nacional «podrían resolverlo».
Acusaciones y vida familiar
Abrego García se declaró inocente el 13 de junio de los cargos por tráfico de personas, vinculados a una parada de tráfico en 2022. Su esposa, Jennifer Vasquez Sura, denunció que ha perdido cumpleaños, graduaciones y su aniversario de boda durante los 106 días de detención. La familia reside en Maryland, donde crían a tres hijos.
Deportado pero no devuelto
Abrego García no puede ser deportado a El Salvador —un juez determinó que enfrenta amenazas de pandillas—, pero sí a un tercer país. ICE ya retuvo a testigos del caso, lo que, según su abogado Sean Hecker, demuestra que las agencias «pueden cooperar».
¿Libertad condicional o deportación inmediata?
La jueza Holmes aún no emite la orden de liberación, que incluiría vivir con su hermano. Mientras, la audiencia sobre la revocación de su libertad será el 16 de julio. El caso evidencia las fisuras en la política migratoria de la era Trump.
Un esposo y padre en el limbo
Vasquez Sura describió la detención como «el momento más difícil» de su vida. Abrego García, residente en EE.UU. por más de una década, sigue en prisión pese a que un juez rechazó los argumentos para mantenerlo detenido. Su futuro depende ahora de la coordinación entre agencias.