Ejecutivos de Big Tech se unen al Ejército de EE.UU. como oficiales
Cuatro altos directivos de Meta, OpenAI y Palantir ingresaron a una unidad de reserva especial. Su misión es asesorar en tecnologías avanzadas para modernizar las fuerzas armadas. El programa, criticado por privilegios exclusivos, se activó el 13 de junio en Virginia.
«Un Oppenheimer moderno»
Los nuevos oficiales—Andrew Bosworth (Meta), Kevin Weil (OpenAI), Bob McGrew (Thinking Machines Lab) y Shyam Sankar (Palantir)—fueron comisionados directamente como tenientes coroneles. «Es un llamado a servir en tiempos de emergencia no declarada», declaró Sankar. No recibirán entrenamiento básico y podrán trabajar parcialmente de forma remota, condiciones inéditas para reservistas.
¿Consultores con uniforme?
Según el Pentágono, su rol será asesorar en IA, minería de datos y realidad virtual para «hacer al Ejército más letal y eficiente». Aunque insisten en que no influirán en contratos, sus empresas tienen acuerdos millonarios con defensa: Palantir ($759 millones) y OpenAI ($200 millones) colaboran con el contratista militar Anduril.
De la polémica al saludo militar
El programa, ideado por el Pentágono en 2024, rompe tabúes históricos en Silicon Valley. Hace una década, apoyar al Ejército era motivo de despido—como le ocurrió al fundador de Oculus, Palmer Luckey, en 2016. Ahora, Weil admite: «Antes me habrían cancelado». Los críticos cuestionan que reciban rangos altos sin experiencia castrense.
Cuando la tecnología viste camuflaje
La iniciativa refleja la creciente integración entre la industria tecnológica y la defensa estadounidense. Desde 2023, el Pentágono impulsa programas para incorporar expertos privados, aunque ninguno con privilegios similares. Detachment 201 es un experimento: si tiene éxito, podría ampliarse a más ejecutivos.
Saludos con código binario
Los nuevos oficiales ya reciben saludos de subordinados, aunque—según el Ejército—«aún practican devolverlos correctamente». Su impacto real se medirá en cómo influyan en estrategias militares, mientras equilibran sus lealtades a empresas con fines a veces opuestos a los castrenses.