China admite casos de tortura en su sistema judicial y promete medidas
La Fiscalía Popular Suprema (SPP) reconoció abusos y creará un departamento de investigación. El anuncio se produce tras críticas internacionales por desapariciones y confesiones forzadas. Ocurre en un contexto de creciente descontento público por casos recientes de maltrato.
«Un sistema judicial bajo escrutinio»
La SPP, máxima fiscalía china, admitió en un inusual comunicado la existencia de «detenciones ilegales, registros irregulares y tortura para obtener confesiones». Anunció la creación de un nuevo departamento para investigar estos abusos, señalando que refleja «la importancia de proteger la equidad judicial». El presidente Xi Jinping vinculó la medida a su campaña anticorrupción.
Casos recientes que generaron indignación
En 2022, funcionarios de seguridad pública fueron acusados de torturar hasta la muerte a un sospechoso con descargas eléctricas y tubos de plástico. La ley china castiga estas prácticas con hasta 3 años de prisión, ampliables si hay lesiones o muerte. Pese al control mediático, estos hechos provocaron protestas ciudadanas.
Un historial de negaciones y presiones internacionales
China ha rechazado históricamente las acusaciones de tortura de la ONU y ONGs, especialmente en casos de disidentes y minorías. El sistema judicial chino es criticado por su opacidad, incluyendo desapariciones de acusados y hostigamiento a opositores. La SPP ahora promete «castigo severo a la corrupción judicial».
¿Un giro hacia la transparencia?
La eficacia de las medidas dependerá de su aplicación en un sistema con múltiples denuncias de impunidad. El reconocimiento público de los abusos marca un hecho inédito, pero organizaciones internacionales exigen pruebas concretas de cambio.