Conflicto en Oriente Medio eleva riesgo fiscal para Bolivia por importación de combustibles
El economista Gonzalo Chávez advierte que el alza del petróleo por tensiones geopolíticas agrava el déficit boliviano. El Estado subsidia combustibles importados con dólares escasos, mientras las exportaciones de gas disminuyen. Publicado hoy por Álvaro Rosales Melgar.
«El barril que explota es el fiscal, no el de petróleo»
Gonzalo Chávez, economista, alerta que Bolivia enfrenta un «riesgo fiscal insostenible» al importar combustibles caros con reservas internacionales mermadas. El Presupuesto 2025 proyecta un barril a 75,3 dólares, pero la volatilidad por el conflicto Irán-EEUU-Israel podría superar esa cifra. «Cada barril nos endeuda más y reduce el espacio fiscal», afirma.
Impacto en el bolsillo
Los subsidios estatales mantienen precios artificialmente bajos en gasolina y diésel, pero en 2024 se destinaron 3.000 millones de dólares a importaciones, cifra que aumentaría en 2025. Chávez subraya que «la subida del petróleo llega a tu economía: si no cambiamos el modelo, pagaremos facturas impagables».
Gas natural: alivio limitado
Las exportaciones de gas a Brasil generan solo 1.600 millones anuales, menos que el gasto en combustibles. Argentina ya no compra, y la tendencia es a la baja. El equilibrio energético y fiscal se aleja, según el análisis.
Un modelo que cruje
Bolivia depende históricamente de subsidios a combustibles y exportaciones de gas. Desde 2020, la caída de reservas internacionales y la dependencia de importaciones petroleras han tensionado las finanzas públicas. La guerra en Oriente Medio agrega presión a una estructura ya frágil.
La factura llegará pronto
La coyuntura internacional expone la urgencia de reformar el modelo energético boliviano. Sin cambios, el Estado no podrá sostener los subsidios, afectando directamente el precio interno y la estabilidad económica. La volatilidad del crudo define ahora el margen de acción.