Inflación en Bolivia supera el 18% y amenaza el poder adquisitivo
La tasa interanual alcanzó su nivel más alto en 34 años. Economistas prevén que junio marque un nuevo récord, con una inflación que podría llegar al 23%. La escalada de precios afecta especialmente a alimentos, combustibles y vestimenta.
«La inflación seguirá al alza»: advertencia de los expertos
Según datos de Bloomberg Línea, Bolivia registró en mayo una inflación mensual del 3,65% y una interanual del 18,46%, la más alta desde 1991. «Hay espacio para que continúe escalando», afirmó Jonathan Fortún, del Instituto Internacional de Finanzas. Entre las causas menciona la escasez de divisas, la incertidumbre política y los efectos de la crisis geopolítica global.
Proyecciones alarmantes para junio
Luis Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, estima que la inflación mensual superará el 4% este mes, con una acumulada anual entre 13% y 14%. Advirtió que factores como el contrabando, la emisión monetaria y los bloqueos políticos agravan la situación. «Los correctivos urgentes son necesarios», señaló.
Un cóctel peligroso: economía y política
La inflación persistente frena la inversión, distorsiona el mercado y aumenta el descontento social. Con elecciones en el horizonte, el escenario económico podría convertirse en un factor decisivo. Los datos oficiales de junio se conocerán en las próximas semanas, pero los pronósticos ya pintan un panorama complejo para el resto del año.
Cuando la estabilidad se esfuma
Bolivia enfrenta su peor crisis inflacionaria en tres décadas, con un poder adquisitivo que se erosiona rápidamente. La pérdida de valor de la moneda local frente al dólar y la subida de precios en bienes esenciales reflejan un problema estructural agravado por factores externos e internos.
Un año difícil por delante
La inflación galopante se consolida como la principal amenaza para la economía boliviana en 2025. Sin medidas contundentes, el ciudadano común seguirá sintiendo el golpe en su bolsillo, especialmente en productos básicos. La incertidumbre marca el ritmo del día a día.