EEUU bombardea tres instalaciones nucleares iraníes
El Pentágono confirma «daños severos» pero desconoce si se neutralizó el programa nuclear. La operación, denominada «Martillo de Medianoche», se ejecutó el 21 de junio de 2025 con bombas de penetración profunda. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, insistió en que el objetivo no era un cambio de régimen en Teherán.
«Daños extremos, pero evaluación pendiente»
El Pentágono detalló que tres instalaciones nucleares clave sufrieron «destrucción severa», aunque el general Dan Caine advirtió que es pronto para confirmar si Irán perdió capacidades atómicas. «La misión fue limitada y precisa», afirmó Hegseth, quien evitó especificar cómo evitarán una escalada si Irán retaliara.
Operación sin precedentes
La acción involucró 7 bombarderos B-2 Spirit, más de 125 aviones de apoyo y un submarino de misiles. Se lanzaron 14 bombas GBU-57 (de 13,600 kg) contra la planta de Fordo, enterrada bajo montañas. Fue el vuelo más largo de los B-2 desde 2001, partiendo desde Misuri hasta Oriente Medio.
Reacciones políticas divididas
Mientras Trump calificó el ataque como un «éxito espectacular», figuras del MAGA como Steve Bannon lo tacharon de contradictorio con la política «America First». Legisladores como Thomas Massie (republicano) y Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata) cuestionaron su legalidad: «Es una violación grave de los poderes de guerra del Congreso», denunció esta última.
Antecedentes: años de tensiones nucleares
El ataque ocurre tras meses de estancamiento en negociaciones con Irán, según Hegseth. Aunque inteligencia estadounidense reciente descartaba que Teherán construyera un arma nuclear, el gobierno de Trump consideró su programa «una amenaza». En 2020, el país ya había aumentado su enriquecimiento de uranio tras el asesinato de un científico nuclear.
El riesgo ahora es la respuesta iraní
Con 40,000 tropas estadounidenses en la región, el Pentágono elevó medidas de protección en Irak, Siria y el Golfo Pérsico. Caine advirtió que cualquier represalia sería «una pésima decisión». La incógnita es si el conflicto derivará en una guerra prolongada o se mantendrá como un intercambio controlado.