Bolivia paga más por deuda externa que lo que recibe en créditos
El saldo negativo acumulado supera los 1.300 millones de dólares desde 2023. La falta de divisas y la presión por aprobar nuevos préstamos agudizan la crisis. El Gobierno alerta sobre riesgo de default mientras la oposición exige ajuste fiscal.
«Pagamos más de lo que entra»
Según datos del Ministerio de Planificación, Bolivia registró un saldo negativo de 365 millones de dólares en 2023, 852 millones en 2024 y 119 millones hasta abril de 2025. Los desembolsos por créditos externos no cubren los pagos del servicio de deuda, que ascendieron a 1.526 millones el año pasado.
La urgencia del Ejecutivo
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, advirtió que se necesitan 800 millones de dólares para cubrir la deuda este año. El Gobierno insiste en aprobar créditos por 1.800 millones para evitar el default. «Estamos haciendo el peor negocio como país», admitió el presidente Luis Arce.
Críticas de la oposición
El senador Henry Montero (Creemos) responsabilizó al Gobierno por mantener gastos «como en época de bonanza» pese a la caída de ingresos por gas. El diputado Enrique Urquidi (CC) alertó que «aprovechar la capacidad de endeudamiento es peligroso».
Un barril sin fondo
Expertos explican que el default declararía al Estado «insolvente», limitando el acceso a financiamiento. René Martínez (Fundación Jubileo) señaló que «el pago debe hacerse en dólares, que ya escasean hasta para importar combustible». El economista Gonzalo Colque criticó que los créditos se usen para cubrir deudas en lugar de proyectos.
Cuando el gas ya no alcanza
En 2014, Bolivia ingresaba 5.400 millones de dólares por venta de gas, cifra que cayó a 1.500 millones en 2025. El déficit fiscal y la reducción de reservas internacionales complican el pago de una deuda que equivale al 25% del PIB.
Entre la espada y la pared
La aprobación de nuevos créditos internacionales se perfila como la opción inmediata para evitar el impago, aunque profundiza la dependencia financiera. La disputa entre Ejecutivo y Legislativo retrasa las soluciones en un contexto de baja liquidez en divisas.