Precios del petróleo suben ante posible respuesta de Irán a ataques
El crudo estadounidense alcanzó 78 dólares por barril, su nivel más alto desde la investidura de Trump. La incertidumbre sobre el cierre del Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 25% del petróleo marítimo mundial, disparó los mercados. La gasolina en EE.UU. podría encarecerse antes del fin de semana festivo del 4 de julio.
«Un salto con consecuencias directas en el surtidor»
Los futuros del crudo subieron un 6% tras el ataque militar estadounidense a instalaciones nucleares iraníes. El precio promedio de la gasolina en EE.UU. ya roza los 3.22 dólares por galón, 10 centavos más que en enero, y podría aumentar esta semana. La reacción de Irán será clave: su Parlamento votó cerrar el Estrecho de Ormuz, pero solo el líder supremo Ali Khamenei puede ordenarlo.
¿Hasta dónde llegará la escalada?
Analistas como Scott Modell, de Rapidan Energy Group, prevén que Irán opte por «medidas calculadas: acoso a buques mercantes o ataques simbólicos, pero no un bloqueo total». La Casa Blanca habría advertido a Teherán para evitar una guerra abierta, lo que frenaría una subida descontrolada. Sin embargo, Roukaya Ibrahim, de BCA Research, advierte: «Los precios aún no reflejan todo el riesgo potencial».
El papel de los aliados
Algunos expertos confían en que EE.UU., Arabia Saudí (OPEP) y otros productores compensarían una interrupción del suministro. Pero otros alertan de que el crudo podría superar los 100 dólares por barril si el conflicto escala. El impacto dependerá de si Irán se limita a hostigar buques o bloquea el tráfico en Ormuz.
Un estrecho que mueve el mundo
El Estrecho de Ormuz es la principal ruta de exportación de crudo desde Oriente Medio, con un flujo diario de 17 millones de barriles. Cualquier interrupción afectaría a la economía global, especialmente a EE.UU., donde Trump prometió reducir los precios energéticos. Su agenda de «dominio energético» choca ahora con la realidad geopolítica.
La calma no está garantizada
Los mercados seguirán pendientes de la respuesta iraní y de posibles medidas de EE.UU. y la OPEP. Mientras, los consumidores estadounidenses afrontarán mayores costes en gasolina en plena temporada de viajes veraniegos. La estabilidad de los precios dependerá de que el conflicto no escale a un cierre total de Ormuz.