Analista atribuye corrupción en Bolivia a destrucción institucional
Bolivia es el país más corrupto de Latinoamérica según el WJP. Gustavo Pedraza vinculó el problema a la manipulación del sistema judicial y la gestión de los últimos 20 años. El informe podría ahuyentar inversiones y turismo, advirtió.
«La corrupción es consecuencia de instituciones destruidas»
El abogado y analista político Gustavo Pedraza afirmó que el ranking del World Justice Project (WJP) refleja «la manipulación del Órgano Judicial y la persecución política». Citó como ejemplo el Caso Consorcio, que involucró a altas autoridades judiciales y a un exministro de Justicia.
Impacto económico y reputacional
Pedraza alertó que el informe desincentivará inversiones y turismo: «¿Qué capital se atraerá con este nivel de corrupción? Huyen los capitales». Recordó que Bolivia ya arrastraba otros índices negativos antes de este diagnóstico.
Críticas al sistema judicial
Denunció que instituciones como la Contraloría y la Procuraduría se usaron para «perseguir adversarios o dar impunidad a militantes». El partido de Gobierno habría utilizado estas herramientas para mantenerse en el poder, según su análisis.
Dos décadas en la mira
Pedraza situó el origen del problema en los últimos 20 años de gestión gubernamental, con «organización criminal, mal manejo económico y contaminación ambiental». La elección del 17 de agosto sería una oportunidad para cambiar el rumbo, según sus declaraciones.
Un ranking que cierra puertas
El informe del WJP coloca a Bolivia como el segundo país más corrupto del mundo, lo que profundizará su aislamiento internacional. Pedraza insistió en que la situación no es casual, sino resultado de políticas sistemáticas.