Gobierno de EE.UU. propone recortes presupuestarios sin aprobación del Congreso
La Casa Blanca impulsa los «recortes de bolsillo», una táctica considerada ilegal por la GAO. La medida busca reducir gastos sin el aval legislativo, generando tensiones con republicanos. El conflicto surge tres meses antes del cierre fiscal.
«Una batalla por el poder del bolsillo»
El director de la OMB, Russ Vought, defiende los «recortes de bolsillo», un mecanismo que permitiría al Ejecutivo retener fondos aprobados por el Congreso si no se actúa en 45 días. «Es una herramienta legal pero poco usada», afirmó en CNN. Sin embargo, republicanos como Susan Collins (R-Maine) lo califican de «inconstitucional».
Reacción republicana
Líderes del Comité de Asignaciones del Congreso, como David Joyce (R-Ohio), advierten que la táctica «socava la autoridad legislativa». Mike Simpson (R-Idaho) añadió que es «una mala idea», mientras Rand Paul (R-Ky.) la apoya para «reducir el gasto».
Antecedentes: Un historial de tensiones
Vought ya generó polémica en 2025 al congelar ayuda a Ucrania, lo que derivó en un juicio político a Trump. La GAO declaró en 2018 que retener fondos hasta su vencimiento viola la ley de control de asignaciones, aunque Vought cita un fallo de 1975 que favoreció al presidente Ford.
¿Hacia un cierre gubernamental?
El conflicto complica las negociaciones para evitar un cierre el 1 de octubre. Mientras la Casa Blanca insiste en recortar fondos a ayuda exterior y medios públicos, senadores como Ron Johnson (R-Wis.) sugieren que la presión busca acelerar votaciones. La GAO mantiene su postura: «El Congreso debe decidir».