Excongresista estadounidense lleva arma tras sufrir violencia política
Rodney Davis, sobreviviente de un tiroteo en 2017, revela que porta un arma para protegerse. La reciente muerte de una legisladora en Minnesota reavivó el debate sobre la seguridad de los funcionarios públicos en EE.UU. Davis, ahora lobista, critica la polarización que alimenta las amenazas.
«Prefiero estar preparado para defenderme»
El exrepresentante republicano por Illinois, Rodney Davis, admitió que desde el ataque durante un partido de béisbol en 2017 —donde resultó herido el líder de la mayoría Steve Scalise— lleva consigo un arma «para responder si alguien intenta matarme». «Ahora evalúo cada situación de seguridad», confesó, incluso en viajes como su actual estancia en Londres.
Impacto en la vida pública
Davis, quien perdió su escaño en 2022, describió cómo el tiroteo alteró su interacción con los votantes: «Coordinábamos más con la policía local en eventos públicos». Aunque evitó usar chaleco antibalas, reconoció que su familia recibió protección tras amenazas específicas, como un hombre que juró «volarle la cabeza».
Seguridad versus polarización
Como exmiembro del Comité de Administración de la Cámara, Davis impulsó mejoras en la coordinación entre la Policía del Capitolio y las fuerzas locales. Sin embargo, subrayó que el problema de fondo es el clima político tóxico: «Villanizar al rival alimenta la violencia. Debemos frenarlo, sin importar el partido».
Cuando el béisbol se tiñó de sangre
El ataque del 14 de junio de 2017 —ocho años antes del asesinato de la legisladora estatal Melissa Hortman— marcó un antes y después en la seguridad de los congresistas estadounidenses. Davis, testigo directo, vinculó el aumento de amenazas a la creciente división partidista.
Un arma no basta para cambiar el ambiente
La experiencia de Davis evidencia los desafíos para proteger a los funcionarios en un contexto de polarización. Mientras algunos optan por medidas extremas, él insiste en que la solución real pasa por reducir la retórica inflamatoria.