Evo Morales y Luis Arce intensifican su enfrentamiento público
El MAS sufre una caída histórica en intención de voto según encuesta de EL DEBER. La ruptura entre los dos líderes de izquierda marca la campaña electoral a dos meses de los comicios. Los cruces de acusaciones revelan la fractura irreversible del partido gobernante desde 2006.
«Usted destruyó la economía y los logros sociales»
Evo Morales acusó a Arce desde redes sociales de «haber convertido a Bolivia en su campo de batalla por odios personales». Le reprochó la caída del apoyo electoral del MAS del 55% al 1% y recordó que durante su gestión el país tuvo «reservas internacionales por encima de $us 10 mil millones».
Arce responde: «Morales dinamitó la unidad»
El presidente, en entrevista con EFE, afirmó que el exmandatario «ha destruido el instrumento político y la revolución democrática». Aseguró que intentó construir un bloque de unidad sin éxito y que renunció a su reelección para evitar más divisiones. «Tenemos otro culpable: el mismo Evo Morales», remarcó.
El MAS llega dividido a las elecciones de agosto
La encuesta de EL DEBER refleja el impacto de la fractura: la facción oficialista liderada por Eduardo Del Castillo solo alcanza el 1.69%, mientras que la de Andrónico Rodríguez (aliado de Morales) obtiene 14.69%. Morales no fue medido por impedimentos legales para candidatearse.
De hegemonía a fragmentación
El MAS gobernó Bolivia ininterrumpidamente desde 2006 (excepto en 2019-2020), con Morales como figura central. Su modelo combinó crecimiento económico con reducción de pobreza, pero la crisis interna actual amenaza su continuidad. La división surge cuando el país enfrenta desafíos económicos y sociales.
El futuro se decide en las urnas
El escenario electoral muestra un MAS debilitado y sin liderazgo unificado. Las acusaciones mutuas entre sus principales figuras han erosionado su base electoral, según los datos. Los comicios de agosto definirán si el partido logra recomponerse o cede espacio a nuevas fuerzas políticas.