Trump considera unirse a Israel en ataques contra instalaciones nucleares de Irán
El presidente estadounidense evalúa usar bombas «bunker buster» contra la planta de Fordo. La decisión marca un giro en su postura, influenciado por halcones del GOP. Trump insiste en evitar guerras prolongadas, pero aumenta la presión militar.
«Un momento histórico para acabar con la amenaza nuclear»
Donald Trump escucha cada vez más a figuras como el general Kurilla y los senadores Graham y Cotton, quienes abogan por acciones militares directas contra Irán. «Cuatro presidentes prometieron evitar que obtengan armas nucleares. Usted puede cumplirlo», le dijo Graham al mandatario. El movimiento actual se aleja de la diplomacia, según fuentes internas.
Cambio de postura
Hace una semana, Trump pedía a Israel esperar para dar espacio a negociaciones. Ahora, analiza ataques con bombas de 13.600 kg, solo transportables por aviones B-2 estadounidenses. Su llamado al «rendimiento incondicional» de Irán en redes sociales refleja el nuevo tono beligerante.
División interna
Mientras el vicepresidente Vance apoya la opción militar, asesores aislacionistas como Andy Baker mantienen influencia en el Consejo de Seguridad Nacional. «Los partidarios de la contención no se han rendido», advierte un analista del Cato Institute.
Entre la presión y la cautela
Trump busca un «éxito en política exterior» tras el estancamiento diplomático, según un aliado. Aunque insiste en evitar una guerra prolongada, el despliegue de buques de guerra en Oriente Medio señala preparación para escaladas. «Nadie sabe qué haré», declaró el mandatario este miércoles.
Un pulso de décadas
La tensión entre EE.UU. e Irán se remonta a 1979, con crisis recurrentes por el programa nuclear iraní. Trump heredó el conflicto, pero su asesinato del general Soleimani en 2020 y las sanciones económicas endurecieron la relación. La posible intervención directa marcaría un punto de inflexión.
La decisión pendiente
El presidente estadounidense enfrenta una encrucijada: ataques quirúrgicos que eviten una guerra abierta o mantener la presión diplomática. Sus próximos pasos definirán el alcance de un conflicto con repercusiones globales.