Lobbyistas presionan para mantener créditos fiscales de energía renovable en EE.UU.
330.000 empleos están en riesgo según la industria solar, que intensifica su campaña ante posibles recortes en los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación. El proyecto del Senado, discutido esta semana, sigue la línea restrictiva de la Cámara Baja.
«Es una lucha por nuestra supervivencia»
La Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA) realizó su octava jornada de lobby en Washington, con marchas y reuniones con legisladores. Su CEO, Abigail Ross Hopper, advirtió que los borradores del Senado y la Cámara «eliminarían drásticamente» créditos clave para proyectos eólicos y solares. «No estamos al final. Esto no ha terminado», declaró.
Reacción empresarial y estudios de impacto
Grupos como el Consejo Americano de Energía Renovable (ACORE) y la Asociación Americana de Energía Limpia (ACP) publicaron informes alertando sobre pérdidas de empleos, especialmente en estados republicanos. Jason Grumet (ACP) criticó los cambios «abruptos» que penalizan inversiones ya comprometidas.
«Frenesí» en el Capitolio
Lobbyistas como Mike Carr (Boundary Stone Partners) admitieron que la industria subestimó el alcance de los recortes. Empresas de baterías, hidrógeno y tecnología contrataron nuevos cabilderos, según registros del Congreso. Mientras, la Cámara de Comercio de EE.UU. pidió plazos más largos para créditos de hidrógeno limpio.
Republicanos divididos
El nuevo grupo Built for America, con una campaña de 2 millones de dólares, defiende los incentivos desde una óptica conservadora. Sin embargo, el Caucus Freedom de la Cámara los tachó de «subsidios del #GreenNewScam». El activista procombustibles fósiles Alex Epstein calificó el borrador del Senado como «actualización triste».
De la IRA a la incertidumbre
La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022 impulsó créditos históricos para energías limpias, pero su futuro está en juego. La Cámara aprobó en mayo el proyecto «One Big Beautiful Bill Act», que recortaría estos beneficios. El Senado debate ahora su versión, con ajustes menos drásticos pero aún criticados.
El pulso sigue en el Senado
El texto final aún puede modificarse, pero la presión de lobbies y empresas marca la recta final. Mientras la industria renovable alerta sobre despidos y desinversión, los críticos insisten en reducir lo que consideran «subsidios injustificados». La decisión afectará el rumbo energético de EE.UU. hacia 2026.