Cuatro migrantes asesinados en un cayuco camino a Canarias
Siete patrones detenidos por homicidios en alta mar. La Guardia Civil investiga la primera acusación formal por crímenes durante la travesía migratoria. Ocurrió en noviembre de 2024 en un barco con 207 personas, según documentos oficiales.
«El océano se llevó los cuerpos, pero no las pruebas»
El cayuco 223U llegó a El Hierro el 3 de noviembre con 207 supervivientes de Gambia, Senegal y Guinea-Bissau. Testigos relataron a la policía que cuatro jóvenes fueron torturados y arrojados al mar tras ser acusados de «brujería». «Los patrones perdieron el rumbo y buscaron chivos expiatorios», detalla el informe de la Guardia Civil.
La ruta más mortífera
En 2024, 24.000 migrantes desembarcaron solo en El Hierro, el 10% de todas las llegadas irregulares a la UE. La ruta atlántica superó récords históricos, según Frontex. «Somos el nuevo Lampedusa», advirtió el presidente de la isla. Los cayucos parten desde Mauritania, Senegal o Gambia, con viajes que pueden durar semanas.
Violencia invisible
Médicos y rescatistas describen heridas «incompatibles con accidentes» y mujeres que señalan su vientre en silencio, indicando violaciones. En agosto de 2024, hallaron dos cadáveres atados de pies y manos en otro cayuco. «Nadie pregunta qué pasa en alta mar», lamenta un voluntario anónimo.
Un vacío legal en aguas internacionales
España solo puede juzgar crímenes si los acusados son patrones (líderes del barco), según la ley. Un alto cargo judicial confirmó que «sin ese vínculo, aunque haya testigos, no podemos actuar». Ejemplo: en febrero, ocho murieron en un cayuco, incluido un bebé de 14 meses, pero los presuntos responsables ya estaban en la península.
Cuando la desesperación gobierna el barco
El viaje promedio dura 7-10 días, con hacinamiento, hambre y motores averiados. La psicosis colectiva es frecuente: en un caso, marroquíes arrojaron a senegaleses por la borda para aligerar peso, incluyendo a un niño de 5 años. Sin ser patrones, los acusados quedaron en libertad.
Justicia a medias tintas
Los siete detenidos del cayuco 223U enfrentan cargos por homicidio y tráfico de personas. Pero sin ADN, cuerpos o el barco (destruido), el caso depende de testimonios. Mientras, las llegadas continúan: en mayo de 2025, otro cayuco reportó muertes por violencia religiosa, según una superviviente cristiana de Guinea.