Ministros bolivianos rechazan informe de la FAO sobre riesgo de hambruna
Autoridades aseguran que el organismo usó datos erróneos. Los ministros Flores y Cusicanqui calificaron el reporte como «un exabrupto» y negaron que Bolivia enfrente desabastecimiento alimentario. La FAO y el PMA incluyeron al país en su monitoreo por crisis económica y falta de combustible.
«Un exabrupto con deficiencias técnicas»
Los ministros de Desarrollo Rural y Planificación desmintieron el informe presentado el 17 de junio por la FAO y el PMA, que alertaba sobre posible hambruna en Bolivia entre junio y octubre de 2025. «Toman datos erróneos de campañas pasadas», afirmó Yamil Flores, quien acusó a la organización de buscar recursos internacionales con argumentos falsos.
Producción garantizada vs. alerta internacional
Flores aseguró que Bolivia tiene «producción garantizada» y rechazó la mención a escasez de combustible. Por su parte, Sergio Cusicanqui destacó que la agricultura familiar cubre el consumo local y genera excedentes. El informe de la ONU, sin embargo, mantiene que la crisis económica y el desabastecimiento de combustible son factores de riesgo.
Entre la mesa llena y los pronósticos sombríos
Bolivia arrastra una crisis económica desde 2023, agravada por la escasez intermitente de combustible en los últimos dos años. La FAO y el PMA basan su advertencia en estos indicadores, mientras el Gobierno insiste en que son «datos desactualizados».
¿Quién tiene la razón?
El desacuerdo expone la discrepancia entre las evaluaciones internacionales y la postura oficial. Mientras la ONU mantiene su alerta, las autoridades bolivianas reiteran que no hay riesgo inminente para la seguridad alimentaria.