Ministro desmiente importación de «pollitos bebé» y aclara compra de gallinas «abuelas»
Yamil Flores contradice declaraciones del viceministro Silva sobre importaciones avícolas. La polémica surge mientras el precio del pollo alcanza Bs 32 el kilo, más del doble de su valor habitual. El Gobierno insiste en que Bolivia produce casi toda su canasta familiar, pese a datos de la ONU que alertan sobre riesgos de hambruna.
«No son pollitos, son madres con genética especial»
El ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, explicó que Bolivia importa gallinas reproductoras («abuelas») con características genéticas para ganar peso rápido, no crías. «Los pollitos bebés se generan aquí», afirmó, desmintiendo al viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, quien atribuyó el alza de precios al costo de importar pollitos desde Brasil por la brecha cambiaria (Bs 3.50 oficial vs. Bs 10 en mercado negro).
Impacto en el consumidor
El kilo de pollo pasó de Bs 12 a Bs 31-32 en 2025. El Gobierno trasladó carne por vía aérea a La Paz para venderla a Bs 23, tras bloqueos. Silva advirtió que 75% de los productos consumidos en Bolivia son importados, contradiciendo a Flores, quien aseguró que solo se importan insumos agrícolas, no alimentos.
Gobierno rechaza informe de la ONU sobre hambruna
Flores y el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, cuestionaron el reporte de la FAO y el PMA que alertó sobre riesgo de hambruna por inflación, desabastecimiento de combustible y bajas reservas. Anunciaron el envío de una carta rectificatoria: «Garantizamos soberanía alimentaria; solo importamos trigo», insistió Flores.
Datos que no cuadran
Mientras el Ejecutivo afirma que «todo» lo producen los bolivianos, el viceministro Silva reveló que 3 de cada 4 productos consumidos son importados. La discrepancia ocurre en un contexto de alza global de precios y tensiones cambiarias que afectan a sectores clave como el avícola.
Un pollo caro para la mesa
La controversia expone la fragilidad de la cadena productiva boliviana, dependiente de insumos externos, y su efecto directo en los precios. Las medidas gubernamentales, como el transporte aéreo de pollo, son paliativas en un escenario donde la inflación y el dólar paralelo presionan la economía familiar.