Líderes europeos compiten por influir en Trump en la cumbre del G7
Starmer, Macron y Meloni buscan ganarse al presidente estadounidense. La cumbre en Canadá aborda tensiones globales, desde Ucrania hasta aranceles comerciales. Trump prioriza relaciones personales en la diplomacia, según exasesores.
«El arte de susurrar a Trump»
El primer ministro británico, Keir Starmer, destacó su «buena relación con Trump» rumbo al G7 en Kananaskis (Canadá). Su equipo confía en que su estrategia de acercamiento —incluyendo contactos físicos y halagos— lo posicione como puente entre Europa y EE.UU. Un funcionario británico afirmó que el compromiso de Reino Unido en defensa refuerza su credibilidad para negociar apoyo a Ucrania.
Rivales en la mesa
Emmanuel Macron (Francia) y Giorgia Meloni (Italia) también buscan influir en Trump. Macron acumula experiencia desde 2017, mientras Meloni apela a su alineación ideológica con el movimiento MAGA. Un eurodiputado italiano resaltó que ella «es políticamente cercana a Trump, a diferencia de Starmer y Macron».
Tensiones y estrategias
La UE impulsa sanciones más duras a Rusia, como reducir el tope del precio del petróleo a 45 dólares, propuesta por Ursula von der Leyen. Reino Unido apoya la medida, pero Trump ha minimizado su postura, desafiando a Europa a actuar primero. Exasesores advierten que el presidente estadounidense «odia a la UE» y valora ante todo las conexiones personales.
De handshakes a acuerdos
Trump ha basado su diplomacia en relaciones bilaterales desde su primer mandato (2017-2021). Ejemplos como el «apretón de manos mortal» con Macron o los elogios a Meloni por su «nacionalismo occidental» ilustran su enfoque. John Bolton, exasesor de seguridad, alertó: «Invertir capital político en mediar entre Europa y EE.UU. es riesgoso».
¿Quién ganará el oído de Trump?
El éxito de los líderes europeos dependerá de su capacidad para traducir gestos personales en avances concretos, especialmente en comercio y seguridad. Los medios analizarán cada interacción en la cumbre, donde Ucrania, los aranceles y Oriente Medio dominan la agenda.