Canciller boliviana rechaza informe de la FAO sobre riesgo de hambruna
2.2 millones de bolivianos enfrentan inseguridad alimentaria aguda. La ONU alerta del deterioro por inflación y escasez de combustible, mientras el Gobierno insiste en que hay seguridad alimentaria.
«Bolivia produce, no hay riesgo de hambruna»
La canciller Celinda Sosa, en declaraciones a la Red Erbol, afirmó que «Bolivia tiene un sector productivo muy activo» y aseguró que el país goza de seguridad alimentaria. «Yo soy una agricultora que vengo del campo… hoy podemos encontrar papa y tomate a costos muy bajos», sostuvo, desestimando el informe de la FAO y el PMA.
Datos que preocupan a la ONU
El reporte indica que el 19% de la población boliviana (2.2 millones) sufre inseguridad alimentaria aguda. Advierte que la situación empeorará por la «alta inflación sostenida y disminución de reservas de divisas», lo que limita el acceso a alimentos. La escasez de combustible también afecta la producción agrícola, especialmente de maíz.
Inflación y dependencia de importaciones
El INE reportó una inflación acumulada del 9.81% en los primeros cinco meses de 2025, la más alta en 30 años. Bolivia importa el 90% del diésel y el 56% de la gasolina, lo que genera retrasos en sectores clave como transporte y agricultura, además de largas filas en gasolineras.
Un contexto regional complicado
El informe semestral de la ONU sitúa a Bolivia y Colombia bajo vigilancia por riesgo de hambruna, mientras Haití sigue siendo el punto más crítico de América Latina por violencia, crisis económica y cambio climático.
Entre cifras oficiales y advertencias internacionales
Mientras el Gobierno boliviano niega el riesgo de hambruna y destaca la producción local, los organismos internacionales proyectan un deterioro alimentario para el segundo semestre de 2025, vinculado a factores económicos estructurales.