Trump ordena intensificar deportaciones masivas en ciudades santuario
El presidente de EE.UU. instruye a agencias federales a expandir detenciones. La medida busca ejecutar lo que califica como «el mayor programa de deportaciones de la historia». Ocurre en medio de protestas nacionales contra sus políticas migratorias.
«Hagan todo en su poder»: la directiva presidencial
Donald Trump publicó en Truth Social un llamado a la DEA y al ICE para «expandir esfuerzos en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Nueva York», focos de resistencia a sus políticas. Afirmó que estas albergan «millones de foráneos ilegales» y priorizó acciones en ciudades santuario, donde autoridades locales protegen a migrantes.
Respuesta a las protestas
La orden llega tras manifestaciones masivas del movimiento «No a los reyes», con incidentes en Salt Lake City (un muerto) y enfrentamientos con policía en Los Ángeles y Portland. Trump vinculó las deportaciones con la «tranquilidad interna» y amenazó con vetar la entrada de quienes la «socaven».
El costo económico de la medida
El gobierno redujo temporalmente redadas en agricultura, hotelería y empacadoras, sectores que dependen de mano de obra migrante, según Reuters. Analistas advierten que las deportaciones podrían afectar estas industrias, pese al apoyo inicial en sondeos electorales.
De campaña a política de Estado
Trump prometió en 2024 implementar «la mayor deportación de criminales en la historia de EE.UU.». Su reciente mensaje refuerza esa meta, aunque enfrenta demandas legales y críticas por el uso de infantes de marina en protestas.
Un país dividido frente a la frontera
Las deportaciones masivas profundizan la polarización entre legisladores federales y ciudades santuario. Mientras Trump exige «hacer su trabajo» a las agencias, alcaldes defienden proteger a indocumentados bajo marcos legales locales.
¿Hasta dónde llegarán las redadas?
La eficacia del operativo dependerá de la coordinación entre agencias y la resistencia de ciudades santuario. Con protestas crecientes y tensiones económicas, el programa podría redefinir el panorama migratorio estadounidense en los próximos meses.