Evo Morales exige investigación internacional por muertes en bloqueos

Evo Morales demanda una investigación internacional tras la muerte de seis personas en protestas en Bolivia, rechazando una pesquisa interna gubernamental.
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Evo Morales exige investigación internacional por muertes en bloqueos

Cuatro policías y dos civiles fallecieron en enfrentamientos en Potosí y Cochabamba. Los bloqueos liderados por grupos afines a Morales cumplen 13 días. El exmandatario denuncia «montajes mediáticos» y pide esclarecer responsabilidades de mando.

«La verdad no puede ser sustituida por narrativas oficiales»

Evo Morales, refugiado en el trópico de Cochabamba, calificó como «dolorosos acontecimientos» los hechos de Llallagua (Potosí), donde tres policías murieron en una emboscada durante los bloqueos. «Quienes dieron la orden no pueden investigarse a sí mismos», exigió, al rechazar una pesquisa interna gubernamental.

Las víctimas y los detenidos

Además de los uniformados, fallecieron un adolescente golpeado por una turba y un civil en la ruta Cochabamba-Oruro. La Fiscalía ya procesó a ocho personas, incluidos tres menores hallados con explosivos. Morales insiste en que las protestas responden al «hambre y abandono del Gobierno», no a violencia premeditada.

Un conflicto que no cede

Los bloqueos en carreteras troncales, impulsados por sectores evistas, cumplen casi dos semanas. Autoridades acusan a Morales de alentar las movilizaciones, mientras él las defiende como «grito de los humildes». La Policía reforzó controles en rutas despejadas con 200 efectivos en Cochabamba.

Antecedentes: La sombra de la polarización

Bolivia enfrenta una crisis de desabastecimiento de alimentos y combustibles, agravada por protestas recurrentes desde 2024. Morales, figura central del conflicto político post-2019, mantiene influencia en movimientos sociales que desafían al Gobierno actual.

Justicia o polarización: el dilema que persiste

El reclamo de una investigación externa choca con la postura oficial. Mientras las víctimas esperan respuestas, el país enfrenta un nuevo capítulo de tensiones entre protesta social y acción estatal, con Llallagua como símbolo de la fractura.