Gobierno confirma que civil murió por bala de rifle de caza en bloqueo
Cornelio Franco Ramírez falleció por impacto de calibre 22, arma no usada por fuerzas estatales. El hecho ocurrió el 11 de junio en Tacopaya, Cochabamba, durante protestas evistas. El ministro Ríos vinculó el arma a posibles grupos armados extranjeros.
«Un rifle que no es de las instituciones»
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, detalló que el examen forense confirmó que el proyectil era de un rifle de caza con mira telescópica. «No es utilizado por Fuerzas Armadas ni Policía«, enfatizó en Bolivia Tv. La víctima, de 29 años, estaba en un bloqueo en la carretera Cochabamba-Oruro.
Contexto de violencia
La muerte de Franco se suma a otras cinco durante los bloqueos de la semana pasada: cuatro policías y dos civiles, la mayoría en Llallagua (Potosí). Los protestas fueron convocadas por sectores afines a Evo Morales, quien negó responsabilidad pese a un audio donde «ordena un cerco».
Entre acusaciones y movilizaciones
Ríos acusó a Morales de «lavarse las manos con la sangre de los bolivianos«, mientras el exmandatario justificó la «rebelión» por su candidatura no inscrita. El conflicto surge en medio de tensiones políticas por su posible postulación.
Un patrón que se repite
Los bloqueos en zonas estratégicas como Tacopaya y Llallagua han sido recurrentes en crisis políticas bolivianas, especialmente ligadas a demandas del MAS. Esta vez, la presencia de armas no convencionales añade complejidad al escenario.
Las heridas siguen abiertas
El caso expone la escalada de violencia en protestas y la polarización política. La identificación del arma cuestiona narrativas previas, pero profundiza la incertidumbre sobre quiénes operan en los conflictos.