Senadores republicanos moderan su oposición al megaproyecto de ley
Los críticos del partido negocian con la Casa Blanca para apoyar la iniciativa. Tres senadores conservadores, antes firmes detractores, ahora muestran disposición al diálogo. El cambio se produce tras reuniones con el equipo de Trump, que busca consolidar su prioridad legislativa.
«Todos queremos que Trump tenga éxito»
Senadores como Ron Johnson, Mike Lee y Rick Scott, antes críticos feroces del proyecto, han suavizado su postura. «Estamos intentando ayudar», admitió Johnson, quien semanas atrás exigía recortes drásticos al gasto. La presión de Trump y negociaciones privadas han sido clave en este giro. El presidente instó a Johnson a dejar de criticar públicamente el texto y a buscar acuerdos internos.
Concesiones y estrategia
Los líderes republicanos intentan incluir enmiendas para satisfacer a los conservadores, como la Ley REINS, una propuesta de desregulación prioritaria para Lee. Además, prometen un «segundo proyecto de reconciliación» para futuros recortes, aunque Johnson exige garantías de reducción permanente del gasto. La Casa Blanca confía en lograr su apoyo, según fuentes cercanas a las negociaciones.
La batalla por los votos decisivos
El líder de la mayoría, John Thune, solo puede permitirse tres deserciones en su partido. Con Rand Paul oponiéndose firmemente, la adhesión de los críticos es crucial. Mientras, los diputados del Caucus Freedom temen que el Senado diluya sus demandas de austeridad. «No está donde debe estar aún», advirtió Lee, aunque reconoció avances.
De la confrontación a la negociación
El proyecto, inicialmente rechazado por su elevado costo, busca abordar emergencias nacionales y elevar el techo de deuda. En 2024, Trump ya había impulsado medidas similares, pero la presión fiscal y divisiones internas ralentizaron su aprobación. Los conservadores exigían entonces recortes equivalentes a los niveles prepandémicos.
El cierre depende de los detalles
El éxito final del megaproyecto dependerá de las concesiones concretas a los críticos y de mantener la unidad republicana. Aunque persisten diferencias, colegas como John Kennedy confían en que los escépticos «terminarán apoyándolo». La votación podría definirse en los próximos días.