Seguidores de Evo Morales bloquean caminos por candidatura

Protestas en Bolivia dejan cinco muertos mientras seguidores de Evo Morales exigen su habilitación electoral y la renuncia del presidente Luis Arce.
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Seguidores de Evo Morales bloquean caminos exigiendo su candidatura

Cinco muertos en enfrentamientos durante protestas. Seguidores del expresidente piden su habilitación electoral y la renuncia de Luis Arce. El TSE advierte sobre riesgos para los comicios del 17 de agosto.

«Hay fuerzas oscuras que intentan evitar las elecciones»

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, afirmó que el voto es «el único camino» para resolver los conflictos. Tras una cumbre en Santa Cruz, confía en que el Gobierno garantice elecciones pacíficas, aunque reconoció preocupación por la violencia. «Los problemas deben resolverse respetando la voluntad popular», subrayó.

Bloqueos y tensión política

Los seguidores de Evo Morales mantienen bloqueos en Cochabamba y otras regiones, exigiendo su postulación pese a impedimentos legales. Los choques del miércoles dejaron cuatro policías y un civil fallecidos. Los manifestantes también demandan la dimisión del presidente Arce, aunque la Constitución lo prohíbe.

Elecciones en la cuerda floja

Hassenteufel insistió en que el proceso del 17 de agosto debe ser la salida democrática, pero alertó sobre actores que buscan sabotearlo. Aunque no identificó a los responsables, pidió unidad: «Es algo que no podemos permitir los bolivianos». El TSE espera que el Ejecutivo cumpla los acuerdos de diálogo alcanzados.

Un país dividido frente a las urnas

Bolivia enfrenta una polarización recurrente desde la crisis postelectoral de 2019. Las tensiones entre oficialistas y evistas se agudizan ante la cercanía de los comicios, con protestas que recuerdan episodios previos de violencia.

La democracia como prueba de fuego

El escenario depende de que los actores políticos prioricen la institucionalidad. El TSE reitera que las urnas son la vía legítima, pero persisten incertidumbres sobre la capacidad de contener la conflictividad antes del 17 de agosto.