Demócratas impulsan candidaturas de madres para las elecciones de 2026
El PAC Vote Mama respalda a 70 candidatas con hijos menores. La maternidad, antes vista como un obstáculo, ahora es eje de campañas demócratas en EE.UU. Buscan capitalizar el descontento con políticas republicanas que recortan ayudas sociales.
«Madres que cambian las reglas del juego político»
Candidatas como JoAnna Mendoza (Arizona), Christina Hines (Míchigan) o Sarah Trone Garriott (Iowa) integran su rol de madres en su mensaje electoral. «Las mujeres con hijos gestionamos mejor las prioridades», afirma Trone Garriott, que recaudó 230.000 dólares en 24 horas. Vote Mama, fundado tras la derrota electoral de Liuba Grechen Shirley en 2018, las apoya: «Las políticas actuales fallan a las madres».
Récords y resistencias
Mendoza recaudó 816.000 dólares en su primer trimestre, cifra inusual para una debutante. Sin embargo, solo el 6.8% del Congreso son madres con hijos menores, frente al 24.2% de padres en esa situación. Un intento de permitir votos por delegación para facilitar la conciliación fue rechazado: «Que vengan a trabajar o no se presenten», criticó el republicano Chip Roy.
De Anita Hill a Roe v. Wade: el motor histórico
La ola actual sigue patrones anteriores: las denuncias a Clarence Thomas (1992), la elección de Trump (2018) y la anulación del derecho al aborto (2022) impulsaron candidaturas femeninas. Ahora, el recorte a programas como Medicaid o ayudas alimentarias moviliza a madres, según Vote Mama.
«Ganar significa tiempo lejos de mis hijos»
Hines reconoce que su mayor duda era el impacto en sus tres niños (9, 7 y 4 años). La pediatra Annie Andrews, rival de Lindsey Graham, muestra en su campaña su rutina como «madre ocupada» entre clases de taekwondo y fútbol. Gayle Goldin, de The Century Foundation, destaca que el apoyo trasciende partidos: «Es una necesidad para todas las mujeres».
¿Un Congreso más familiar?
El éxito de estas candidaturas podría alterar la dinámica legislativa, aunque persisten barreras estructurales. Su crecimiento dependerá de si logran traducir el entusiasmo inicial en escaños en 2026.
