Llallagua recibe a militares tras jornadas de violencia
La población aloja y alimenta a los efectivos para mejorar la seguridad. Tras enfrentamientos entre ayllus y policías, la ciudad amanece con mayor tranquilidad este 13 de junio. Familias habilitan habitaciones para uniformados.
«Un poco más tranquila»: la calma regresa a Llallagua
Tras las violentas jornadas en el norte de Potosí, militares y policías han restablecido la sensación de seguridad. Una mujer preparó arroz con leche para los efectivos: «Quiero que se sientan como en casa». Otros vecinos limpiaron escombros dejados por los bloqueos.
Solidaridad en tiempos de tensión
Ante la falta de alojamiento, familias habilitaron habitaciones en sus hogares para policías y militares. Un ciudadano destacó: «Necesitamos su presencia, estábamos susceptibles». La emisora local Radio Pío XII (Red ERBOL) reportó que las actividades comienzan a normalizarse.
De la violencia a la colaboración
Los enfrentamientos previos enfrentaron a ayllus bloqueadores contra policías y pobladores. Ahora, la presencia conjunta de FF.AA. y policías ha reducido la tensión. La limpieza de calles y aceras marca el inicio de la recuperación.
Llallagua, entre protestas y resguardo
La ciudad potosina había vivido días críticos con bloqueos y choques, siguiendo un patrón recurrente en la región. La intervención militar y policial responde a la demanda ciudadana de estabilidad.
Un desayuno que simboliza paz
La colaboración vecinal con los uniformados refleja el deseo de retomar la normalidad. La eficacia del operativo dependerá de mantener este frágil equilibrio entre seguridad y diálogo.