Israel ataca a Irán con posible objetivo de derrocar al régimen
El ataque israelí incluyó asesinatos de altos mandos militares iraníes. Analistas no descartan que el objetivo real sea debilitar al gobierno islamista. El primer ministro Netanyahu afirmó que las operaciones continuarán «hasta eliminar la amenaza».
«¿Por qué no? Sería grandioso»
El ataque del 13 de junio retrasará el programa nuclear iraní, pero expertos señalan que el alcance de la operación sugiere ambiciones mayores. «No se limita a contraproliferación: golpea el mando y control del régimen», afirmó Behnam Ben Taleblu, analista de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD).
Netanyahu no define límites
El primer ministro israelí evitó especificar si la «amenaza» incluye al gobierno iraní. Funcionarios estadounidenses, tanto demócratas como republicanos, admitieron anónimamente que el cambio de régimen es una posibilidad. Reza Pahlavi, heredero del último sha, instó a los iraníes a «reclamar su país».
Incógnitas estratégicas
Israel podría necesitar ayuda de EEUU para destruir instalaciones nucleares subterráneas, pero asesinatos selectivos podrían desestabilizar el régimen. La reacción ciudadana dependerá de si los ataques se centran en blancos militares o afectan a civiles, según Michael Singh, exasesor de seguridad nacional.
Un juego de dominó regional
Desde 2023, Israel ha debilitado gobiernos aliados de Irán en Gaza, Líbano y Siria. Trump instó a negociar, pero Israel actuó antes de nuevas conversaciones nucleares. Países árabes, aunque piden contención, celebrarían la caída del régimen.
¿Y después del ayatolá?
Expertos advierten que un vacío de poder podría generar un estado fallido o un gobierno aún más beligerante. «La historia muestra que siempre puede empeorar», escribió Jonathan Panikoff, exoficial de inteligencia. Israel prioriza neutralizar la amenaza inmediata sobre las consecuencias a largo plazo.
La cuenta atrás para Teherán
El régimen iraní, ya debilitado por protestas internas, enfrenta su desafío más serio. Aunque sobreviva, la presión militar y diplomática podría acelerar su caída. La escalada dependerá de la capacidad de represalia iraní y del apoyo defensivo de EEUU y aliados árabes.