Conflicto en Bolivia deja cinco fallecidos durante desbloqueos
Dos nuevos decesos elevan a cinco las víctimas mortales. La Policía y militares enfrentan a grupos afines a Evo Morales en Llallagua y Cochabamba. El Gobierno denuncia presencia de narcotraficantes y francotiradores en Potosí.
«Operativos bajo fuego y dinamita»
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, confirmó que cuatro policías y un civil han muerto en los enfrentamientos. «Los decesos no quedarán impunes», aseguró. Los bloqueos, iniciados hace 12 días por sectores evistas, exigen la renuncia del presidente Luis Arce. Ríos denunció que entre los manifestantes hay «personas armadas con fusiles largos».
La respuesta de Morales
Evo Morales acusó al Gobierno de «provocar rebelión y más muertos» al desplegar fuerzas de seguridad. «Sigue convocando a que haya más víctimas», declaró en Radio Kawsachun Coca, sin llamar al diálogo.
Narcotráfico y «zona roja»
El viceministro Jhonny Aguilera vinculó la violencia a grupos organizados con nexos narcotraficantes. Reportó secuestros, incluido el de un coronel, y ataques con explosivos. El comandante Augusto Russo señaló que Llallagua es una «México Chico» por sus cultivos ilícitos.
Población en zozobra
Los habitantes de Llallagua enfrentan escasez de alimentos y gas tras cinco días de bloqueos. Organizan ollas comunes y vigilan barricadas. «El hambre movió al pueblo», afirmó el periodista Railly López.
Antecedentes: Doce días de tensión
Los bloqueos comenzaron como protesta política contra el Gobierno de Arce, liderada por sectores cercanos a Morales. Potosí y Cochabamba, regiones con histórica conflictividad social, son ahora epicentros de choques con fuerzas estatales.
Balance amargo
La crisis escaló con muertes, denuncias de narcotráfico y una población atrapada en la violencia. Mientras el Gobierno insiste en los operativos, los manifestantes radicalizan su postura, profundizando la fractura política.