Waymo comparte grabaciones de sus vehículos con la policía en protestas de Los Ángeles
La compañía de taxis autónomos almacena datos de sus 29 cámaras externas. Los vehículos vandalizados durante las manifestaciones contra políticas migratorias reavivan el debate sobre privacidad y vigilancia. Waymo no aclara cuánto tiempo retiene las imágenes ni su alcance legal.
«Quemar coches no borra necesariamente las pruebas»
Cinco taxis autónomos de Waymo fueron incendiados durante las protestas del 8 de junio en Los Ángeles, donde las autoridades desplegaron 5.000 efectivos militares. La compañía, propiedad de Alphabet (matriz de Google), suspendió temporalmente su servicio en la ciudad. «Desafiamos solicitudes de datos sin base legal», declaró la portavoz Sandy Karp, aunque su política permite compartir información con la policía.
¿Qué pasa con las grabaciones?
Waymo no especifica si las imágenes de los vehículos destruidos se almacenan localmente o en la nube. Su política de privacidad admite compartir datos «para cumplir con requisitos legales», pero no detalla plazos de conservación. Históricamente, la empresa ha usado estas grabaciones para entrenar sus sistemas, aunque afirma que ahora borra los datos «más rápido».
De Arizona a California: un precedente claro
Desde 2016, departamentos de policía en Arizona han usado grabaciones de Waymo en investigaciones, incluido un caso de violencia vial. En San Francisco, un manual policial ya advertía en 2022 que los vehículos autónomos pueden proporcionar «pistas investigativas». Bloomberg reveló que Waymo entregó imágenes en al menos nueve casos, como el asesinato de un conductor de Uber en 2021.
La era de los coches que vigilan
Todos los vehículos autónomos dependen de cámaras, lidar y radar para funcionar. Cruise (de General Motors) también compartió grabaciones con la policía antes de cerrar. Incluso dueños de Tesla han aportado voluntariamente imágenes de vandalismo. La tecnología avanza más rápido que las leyes que la regulan.
Protestas que dejan huella digital
Las manifestaciones contra las políticas migratorias de Trump han convertido a Los Ángeles en un campo de prueba para la vigilancia masiva. La combinación de cámaras urbanas, drones militares y vehículos autónomos plantea nuevos dilemas sobre privacidad y control, especialmente cuando las imágenes pueden usarse con reconocimiento facial.
Lo que queda después del incendio
El debate sobre el uso policial de las grabaciones de Waymo continuará mientras las protestas escalan. La compañía insiste en que prioriza la privacidad, pero su silencio sobre plazos y alcance real deja dudas. La tecnología ya está aquí: ahora faltan las reglas.