ONU condena violencia en Bolivia y pide diálogo preelectoral
Al menos cinco muertos en enfrentamientos, incluidos policías y un bombero. La ONU insta a investigar los hechos y reducir tensiones ante las elecciones de agosto. La Iglesia Católica boliviana también rechazó la violencia.
«Justicia para las víctimas y freno a la impunidad»
La Oficina de ONU Derechos Humanos condenó «con firmeza» los episodios violentos registrados en Llallagua (Potosí) y Cochabamba, donde fallecieron tres policías, un bombero y un civil. Jan Jarab, representante regional, exigió «una investigación imparcial» y recordó que «el derecho al voto en libertad es esencial».
Preocupación por amenazas al proceso electoral
La ONU expresó alarma por reportes de intimidación contra miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Jarab pidió proteger la continuidad de los comicios previstos para el 17 de agosto y abordar «las causas estructurales de la conflictividad».
Iglesia Católica se suma al llamado
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) advirtió que «la confrontación genera una espiral de violencia» y subrayó que «la vida es sagrada». Su pronunciamiento respalda el pedido de diálogo formulado por la ONU.
Un clima enrarecido
Los incidentes ocurren en un contexto de bloqueos de carreteras y tensiones políticas previas a las elecciones generales. El TSE denunció intentos de «fuerzas oscuras» por interrumpir el proceso democrático.
El desafío de evitar más violencia
La presión internacional y local busca contener la escalada de conflictos. La ONU ofreció asistencia técnica al Estado boliviano para garantizar derechos humanos y condiciones electorales pacíficas.