Lula y Petro respaldan a Cristina Fernández tras condena

Los presidentes de Brasil y Colombia muestran apoyo a la expresidenta argentina tras su condena por corrupción, generando reacciones internacionales.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia

Lula y Petro respaldan a Cristina Fernández tras condena del Supremo argentino

Los presidentes de Brasil y Colombia muestran apoyo a la expresidenta argentina. Lula insta a Fernández a mantenerse «fuerte», mientras Petro advierte de un «peligro para la democracia» en la región. La sentencia por corrupción ha generado reacciones internacionales.

«Solidaridad y advertencias cruzadas»

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su apoyo a Cristina Fernández en una llamada telefónica, destacando su «serenidad y determinación». Por su parte, Gustavo Petro, mandatario colombiano, vinculó la condena con un supuesto «peligro para la primavera democrática» en América Latina, acusando a las «extremas derechas» de incentivar rupturas institucionales.

Reacciones regionales

Venezuela, Bolivia y Cuba también respaldaron a Fernández, calificando la sentencia como un intento de «socavar a la izquierda». Petro fue más allá, asegurando que en Colombia «personas de extrema derecha» mantienen conversaciones para un posible golpe de Estado.

Un fallo que resuena en la región

El Supremo argentino ratificó el 12 de junio la condena de seis años de prisión contra Fernández por corrupción. La líder del PJ enfrenta la sentencia en un contexto político polarizado, con gobiernos latinoamericanos divididos en su interpretación del caso.

La sombra de la polarización

El caso Fernández refleja tensiones ideológicas en América Latina, donde líderes progresistas denuncian persecución judicial, mientras sectores opositores defienden la independencia de las instituciones. La condena reaviva debates sobre el uso político de la justicia en la región.

Un pulso que trasciende fronteras

Las declaraciones de Lula y Petro evidencian que el fallo contra Fernández tiene implicaciones regionales. Mientras Brasil opta por un tono conciliador, Colombia alerta sobre riesgos democráticos, marcando diferencias en la respuesta de la izquierda latinoamericana.