Gobierno acusa a bloqueadores afines a Evo Morales de actuar como paramilitares

Cuatro policías murieron en enfrentamientos durante operativos de desbloqueo en Llallagua. El ministro de Justicia asegura que los manifestantes usan armas de fuego y francotiradores.
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Gobierno acusa a bloqueadores afines a Evo Morales de actuar como «grupos paramilitares»

Cuatro policías murieron en enfrentamientos durante operativos de desbloqueo en Llallagua. El ministro de Justicia, César Siles, aseguró que los manifestantes usan armas de fuego y francotiradores. Los hechos ocurren en el undécimo día de protestas por la habilitación de Morales para las elecciones de 2025.

«No son protestas civiles, son grupos paramilitares»

El ministro Siles declaró este jueves que los bloqueadores «portan armas» y actúan de forma organizada, tras confirmarse la cuarta muerte policial. Según informes oficiales, algunos fallecidos recibieron impactos de bala. «Estamos hablando de grupos paramilitares que ocupan francotiradores», insistió el titular de Justicia.

La versión del abogado de Morales

Sin presentar pruebas, el defensor del expresidente afirmó que las muertes en Llallagua fueron un «montaje» ejecutado por otros policías. Esta declaración contrasta con los reportes oficiales que señalan una emboscada por parte de los manifestantes.

Jóvenes policías, las víctimas

Los uniformados fallecidos eran agentes jóvenes que participaban en operativos para despejar los bloqueos en Potosí. Uno de ellos fue velado este jueves en Oruro, donde compañeros y familiares lamentaron su pérdida. En algunos puntos de protesta se han observado manifestantes armados con «especies de lanzas».

Once días de tensión

Las movilizaciones comenzaron hace casi dos semanas, cuando simpatizantes de Evo Morales exigieron su habilitación para las elecciones generales del 17 de agosto de 2025. Los enfrentamientos se concentraron especialmente en Llallagua, donde la violencia escaló en los últimos dos días.

Un conflicto que sigue escalando

La situación mantiene en vilo al país mientras aumentan las víctimas policiales y las acusaciones cruzadas. El gobierno insiste en el carácter violento de las protestas, mientras los partidarios de Morales denuncian persecución política.