Todos los poderes del Estado se reúnen en Santa Cruz para blindar elecciones
El TSE convoca a una cumbre con los cuatro órganos del Estado y las 10 duplas presidenciales. El objetivo es garantizar los comicios del 17 de agosto ante las protestas del evismo. La cita es hoy en Fexpocruz, con más de 50 autoridades.
«Un acuerdo para evitar la crisis electoral»
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) organizó el encuentro tras el recrudecimiento de las protestas evistas, que exigen la renuncia del presidente Luis Arce y la habilitación de Evo Morales. «La fecha es inamovible por mandato constitucional», afirmó el vocal Tahuichi Tahuichi. Autoridades como el fiscal general Roger Mariaca respaldan el proceso: «Es vital preservar la democracia».
Posturas enfrentadas
Mientras el Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral ratifican su compromiso con las elecciones, el evismo tachó la cumbre de «reunión de autoprorrogados». El diputado Héctor Arce acusó al TSE de excluir a Morales y poner «en riesgo la democracia».
El contexto de tensión
Las protestas evistas cumplen 11 días con bloqueos en cinco regiones, violencia callejera y dos policías fallecidos. Mayo y junio son los meses más críticos del año, según el texto. Expertos como el sociólogo Franco Gamboa advierten que «el Gobierno debe desactivar los conflictos para evitar una crisis mayor».
Una agenda contra reloj
La cumbre abordará tres desafíos clave: financiamiento electoral, seguridad para los comicios y transparencia en las candidaturas. El secretario del TSE, Fernando Arteaga, destacó la necesidad de coordinar con el Ministerio Público y los partidos. Restan 66 días para la votación.
Cuando la calle dicta los tiempos
El evismo lleva meses exigiendo la inhabilitación de Arce y la candidatura de Morales, pese a su exclusión legal. Las protestas han escalado desde mayo, con choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad. El TCP ya ratificó que las elecciones deben realizarse el 17 de agosto.
Santa Cruz, testigo de un pacto crucial
El éxito de la cumbre dependerá de la capacidad de los actores políticos para reducir la polarización. Aunque el TSE insiste en que no hay margen legal para cambiar la fecha, la presión social podría definir el rumbo de las próximas semanas.