Neobanco Chime culmina su salida a bolsa con una valoración de 14.500 millones
La empresa alcanzó una capitalización de mercado de 14.500 millones de dólares en su debut en Nasdaq. La salida a bolsa, una de las más esperadas del año, refleja el giro radical de una startup que estuvo al borde del fracaso en 2016.
«De 100 rechazos a un debut millonario»
Chime, el neobanco digital dirigido a la clase trabajadora, recaudó 864 millones de dólares en su OPV, con acciones que abrieron a 42 dólares, muy por encima del rango inicial (24-26 dólares). «Los primeros años fueron brutales», admitió Ryan King, cofundador, quien recordó cómo 100 fondos de capital riesgo les rechazaron en 2016.
Un rescate inesperado
La inversora Lauren Kolodny (entonces en Aspect Ventures) fue la única que apostó por ellos, liderando una ronda de 9 millones. «Creía en nuestra pasión», destacó King. Kolodny compró acciones a 0,26 dólares; hoy su apuesta vale miles de millones.
Datos que convencieron al mercado
Los inversores minoristas respondieron con fuerza: Chime reportó 1.700 millones en ingresos en 2024 y redujo pérdidas de 203 a 25 millones. En el primer trimestre de 2025 logró 13 millones de beneficio neto, aunque advierte que podría no mantener rentabilidad por su enfoque en crecimiento.
«No siempre fue camino de rosas»
La startup enfrentó despidos en 2022 y una disputa regulatoria en 2021 que le impidió autodenominarse «banco». Pese a ello, su modelo sin comisiones y herramientas para construir crédito «caló en usuarios como el guardia que nos dio un ‘high five'», relató King.
De la supervivencia a la gloria
Fundada en 2012, Chime pasó de estar casi sin fondos a recaudar 2.650 millones como empresa privada. Su éxito simboliza cómo una apuesta arriesgada, en un sector hiperregulado, puede triunfar con perseverancia y timing.
Un final (y un inicio) de película
El debut en bolsa consolida a Chime como referente fintech, aunque su futuro dependerá de mantener rentabilidad mientras escala. Para Kolodny y los fundadores, el viaje —desde aquellos 100 «noes»— ya es historia.