EEUU revisa su papel en el pacto AUKUS para contener a China

El Pentágono analiza modificar el acuerdo trilateral con Reino Unido y Australia para desarrollar submarinos nucleares y armas hipersónicas frente al avance chino en el Pacífico.
POLITICO

EEUU revisa su papel en el pacto AUKUS para contener a China

El Pentágono analiza modificar el acuerdo trilateral con Reino Unido y Australia. La alianza, firmada en 2021, busca desarrollar submarinos nucleares y armas hipersónicas frente al avance chino en el Pacífico. La revisión, liderada por un crítico del programa, genera tensiones con aliados y legisladores.

«Una oportunidad para alinear prioridades»

El Pentágono evalúa el acuerdo AUKUS bajo la dirección de Elbridge Colby, quien ha cuestionado la venta de submarinos estadounidenses a Australia. «Es necesario garantizar que el esfuerzo se ajuste a las prioridades de la administración Trump», declaró un funcionario anónimo. El pacto, respaldado por el secretario de Estado Marco Rubio, incluye inversiones millonarias en astilleros y tecnología militar.

Reacciones en cadena

La revisión ha generado preocupación entre legisladores demócratas y aliados. Australia ya ha comprometido 3.000 millones de dólares para modernizar astilleros estadounidenses, clave para la industria naval. La senadora Jeanne Shaheen advirtió que cualquier retroceso «sería celebrado en Pekín» y dañaría la credibilidad de EEUU.

Submarinos y desconfianza

El punto más polémico es la venta de tres submarinos clase Virginia a Australia a partir de 2032. Colby teme que debilite la flota estadounidense, aunque en marzo afirmó que «EEUU debe hacer todo lo posible para que funcione». Reino Unido, que también revisó el pacto en 2024, aseguró que seguirá cooperando.

Un pacto en marcha

AUKUS nació en 2021 para frenar la influencia china mediante cooperación tecnológica y militar. Incluye desarrollo de computación cuántica y entrenamiento para operar submarinos nucleares. Australia ya desembolsó 500 millones de su inversión y expandió su base en Perth, según confirmó el secretario de Defensa Pete Hegseth.

¿Un giro o un ajuste?

La revisión podría retrasar o modificar un acuerdo que avanzaba sin fricciones. Mientras los críticos temen un «golpe a la confianza global», el gobierno insiste en priorizar la capacidad naval estadounidense. La decisión final aún no tiene fecha, pero sus implicaciones afectarán a tres continentes.