Bolivia denuncia violencia en Llallagua ante la comunidad internacional
51 heridos en enfrentamientos entre comunarios y bloqueadores. El gobierno atribuye los hechos a grupos afines a Evo Morales y alerta sobre intentos de desestabilización. Ocurrió este martes en el norte de Potosí, en vísperas de las elecciones de agosto.
«Actos vandálicos que buscan el caos»
La Cancillería boliviana emitió un comunicado donde denuncia el uso de armas de fuego, dinamita y piedras durante los choques. «Estas acciones vulneran los principios democráticos y buscan el derramamiento de sangre», señala el texto. Los enfrentamientos comenzaron cuando comunarios intentaron desbloquear vías ocupadas por manifestantes.
Saquemos y agresiones
Según el gobierno, los bloqueadores saquearon instituciones estatales, agredieron a personal médico y periodistas, y destruyeron una ambulancia. El presidente Luis Arce calificó la jornada como «la más violenta y amarga de la historia reciente», comprometiéndose a perseguir a los responsables.
Elecciones en el punto de mira
La Cancillería vinculó la violencia con un intento de «impedir el proceso eleccionario del 17 de agosto». Afirmó que los hechos buscan «derrocar un gobierno democráticamente elegido», en alusión a la victoria de Arce en 2020. El Ejecutivo reiteró su compromiso con garantizar un proceso electoral «transparente y justo».
Una herida que no cierra
Los incidentes ocurren en un contexto de polarización política, con sectores afines al expresidente Evo Morales exigiendo la renuncia de Arce. Llallagua, zona minera y tradicionalmente conflictiva, ha sido escenario de tensiones similares en el pasado.
El diálogo como única salida
El gobierno insiste en que la solución pasa por el respeto a la Constitución y rechaza la violencia como instrumento político. Sin embargo, la escalada de tensión amenaza con agravarse en las semanas previas a los comicios.