Arce anuncia desbloqueos progresivos y acusa a Evo de desestabilización
Los bloqueos cumplen 10 días con enfrentamientos violentos. El presidente Luis Arce asegura que no habrá impunidad para los responsables, mientras Evo Morales exige atender la crisis económica en lugar de reprimir protestas.
«No habrá impunidad»: la advertencia de Arce
El presidente boliviano afirmó en redes sociales que «pondrá a disposición de la Justicia a los responsables de agredir a familias bolivianas», tras los enfrentamientos en Llallagua (Potosí), donde hubo al menos 30 heridos. Acusó a los seguidores de Morales de «sembrar terror» durante los bloqueos que buscan forzar su candidatura.
La réplica de Evo Morales
El líder cocalero exigió al Gobierno «resolver la falta de combustible, dólares y subida de precios» en lugar de «criminalizar protestas». Criticó el incremento de la pobreza y la «destrucción del modelo económico plural», mientras sus simpatizantes mantienen cortes de ruta en varias regiones.
Consecuencias en las calles y mercados
Los bloqueos han generado escasez de verduras y alza de precios en el eje troncal. En Cochabamba, un subteniente resultó herido por una esquirla durante un operativo en Pirque. La Policía y militares avanzan en el despeje de rutas, aunque los enfrentamientos persisten.
De aliados a enemigos públicos
Arce y Morales, antes socios políticos, ahora protagonizan un conflicto abierto. Los bloqueos evistas comenzaron hace una década como herramienta de presión, pero esta vez se enmarcan en la pugna por la candidatura de Morales para las elecciones del 17 de agosto, aún sin garantías.
Un país dividido entre protestas y desabastecimiento
La crisis política profundiza el malestar social, con ciudadanos afectados por la violencia y la inflación. Mientras Arce promete desbloqueos progresivos, la solución parece lejana en un escenario de polarización y demandas económicas insatisfechas.