ABC despide a corresponsal Terry Moran por crítica a Trump

ABC News no renovó el contrato del veterano corresponsal Terry Moran tras un tuit crítico hacia Trump y su asesor Stephen Miller, en medio de tensiones con la prensa.
POLITICO

ABC despide a corresponsal Terry Moran por crítica a Trump y Miller

La cadena no renovó su contrato tras un polémico tuit. Moran llamó «odiador de clase mundial» al asesor de la Casa Blanca. La administración Trump celebró la decisión como una victoria contra los medios críticos.

«Violación clara de nuestras políticas»

ABC News anunció el martes que no renovaría el contrato de Moran, corresponsal desde 1997, tras un tuit donde criticó al presidente Donald Trump y a Stephen Miller, subjefe de Gabinete. La cadena calificó el mensaje como «una clara violación de los estándares de objetividad».

Reacción de la Casa Blanca

El equipo de Trump celebró la decisión. Steven Cheung, director de Comunicaciones, escribió en X: «Habla mierda, recibe golpes». La portavoz Karoline Leavitt había exigido que Moran rindiera cuentas por su «sesgo».

Antecedentes de tensión con medios

Es el último episodio en la batalla de Trump contra la prensa. En diciembre, ABC pagó 15 millones tras una demanda por difamación. Ahora, Trump demanda a CBS por 20.000 millones por una entrevista a Kamala Harris, su rival en 2024.

Una carrera truncada por un tuit

Moran, con 28 años en ABC, co-presentó «Nightline» y fue corresponsal jefe internacional. Entrevistó a Trump en abril para un especial sobre sus primeros 100 días. El tuit, ya borrado, lo llevó primero a suspensión y luego al despido.

Trump sigue marcando la agenda mediática

El incidente refuerza el patrón de la administración: presionar a medios críticos y celebrar sus derrotas. Un tribunal ya avaló parcialmente vetar a Associated Press en actos oficiales. La salida de Moran se suma a esta estrategia.

Adiós a un veterano en medio de la guerra cultural

El caso muestra el clima polarizado en EE.UU., donde un mensaje en redes puede costar el empleo. ABC priorizó su política de neutralidad, mientras la Casa Blanca capitaliza cada retroceso de la prensa tradicional.