Bloqueos en Cochabamba vacían mercados y paralizan venta de ropa invernal
Los almacenes de alimentos operan al 50% de su capacidad tras 10 días de paro. La Intendencia verifica precios ante el desabastecimiento, mientras los textiles acumulan mercancía sin poder distribuirla. La crisis afecta a comerciantes y consumidores en los principales mercados de la ciudad.
«La Cancha se queda sin productos básicos»
La Confederación de Gremiales de Bolivia, liderada por Wagner Rosales, alertó que los abarrotes «están en agonía», con stocks reducidos a la mitad en mercados como La Pampa y Calatayud. La Intendencia confirmó la merma durante inspecciones, atribuyéndola al bloqueo de carreteras. «Los controles buscan garantizar precios justos», explicó Enrique Vizcarra, jefe de Defensa al Consumidor.
Alza en alimentos y operativos municipales
Productos como arroz, azúcar y harina registran incrementos de precio. Guardias municipales exigen facturas para verificar márgenes de utilidad. El aceite es el más crítico: bidones de 5 litros alcanzan los 120 bolivianos, según controles. Un nuevo Comité de Defensa de la Canasta Familiar gestionará ventas directas con fabricantes.
Textileros en emergencia
Rosales detalló que los confeccionistas no pueden enviar ropa de invierno al occidente, su principal mercado. «Antes llegaban compradores, ahora las prendas se acumulan», señaló. El estancamiento genera pérdidas y cierres de negocios, con alquileres que cayeron de 1.000 dólares a 2.000-3.000 bolivianos en zonas estratégicas.
Diez días que paralizaron el comercio
Cochabamba enfrenta su peor crisis logística desde el inicio del paro, que cumple una década el 11 de junio. La medida aísla al departamento, interrumpiendo cadenas de suministro y distribución. Conflictos similares en 2020 por bloqueos ya habían afectado la canasta familiar, pero sin el componente textil.
Un respiro pendiente de las carreteras
La normalización del abastecimiento y la reactivación textil dependen del fin de los bloqueos. Mientras, autoridades mantendrán controles de precios y los gremios buscan alternativas para evitar más pérdidas. El impacto económico ya obliga a ajustes en alquileres y cierres de negocios.