Gabinete británico debate ajustes presupuestarios ante presión política
Ministros de Keir Starmer negocian recortes en medio de descontento interno. La ministra de Finanzas, Rachel Reeves, presentará este miércoles un plan con inversiones estratégicas y reducción de gasto social, mientras el partido enfrenta críticas por reformas a beneficios por discapacidad.
«Choque entre promesas y realidad fiscal»
Miembros del Gabinete británico expresan dudas en privado sobre la viabilidad de cumplir las promesas electorales del Partido Laborista. «Habrá sacrificios: algunos compromisos se mantendrán y otros no», advirtió Ruth Curtice de la Fundación Resolution. Las negociaciones con el Tesoro concluyeron este lunes, pero se anticipan tensiones ante un presupuesto otoñal complejo.
Inversiones vs. austeridad
Reeves modificó en octubre las reglas de deuda para permitir miles de millones en infraestructura, incluyendo transporte, tecnología y energía nuclear. Sin embargo, el gasto corriente enfrentará restricciones. El presupuesto para ministerios volverá a niveles previos a la austeridad de 2010, según analistas.
Ministros bajo presión
La viceprimera ministra Angela Rayner logró un acuerdo tardío con el Tesoro para su plan de 1.5 millones de viviendas, meta considerada «inalcanzable» por fuentes cercanas a Downing Street. Mientras, la ministra del Interior, Yvette Cooper, busca más fondos policiales para «reducir a la mitad los crímenes violentos» ante el avance del partido Reform UK.
Antecedentes: Un laborismo en la cuerda floja
El gobierno de Starmer asumió en 2024 prometiendo reconstruir servicios públicos tras años de austeridad conservadora. Sin embargo, la inflación, la presión de la OTAN para aumentar el gasto en defensa y el resurgimiento de Nigel Farage han obligado a reevaluar prioridades. La última revisión presupuestaria bajo los tories data de 2022.
Lo que viene: Un verano caliente en Westminster
El miércoles se conocerán los detalles de los recortes, con salud y defensa como principales beneficiados. La reforma a beneficios por discapacidad, que llegará al parlamento la próxima semana, podría generar renuncias ministeriales. Analistas advierten que la credibilidad de Reeves y la cohesión del Gabinete dependerán de cómo comuniquen los ajustes.