Manfred Reyes Villa exige al Legislativo aprobar créditos para pacificar Bolivia
El candidato presidencial urge la importación de combustibles y garantizar el voto en el exterior. Acusa a Evo Morales de impulsar una «ofensiva destructiva» con bloqueos y actos violentos. La crisis escaló desde el 2 de junio con protestas que exigen la renuncia del presidente Arce.
«Un gesto de voluntad política para aliviar la tensión»
Reyes Villa, alcalde de Cochabamba, instó a la Asamblea Legislativa Plurinacional a aprobar «inmediatamente» créditos para importar combustibles y bienes esenciales. Argumentó que esto permitirá «trabajar y moverse con normalidad», mientras criticó que Morales «busca imponer su retorno al poder a cualquier costo» mediante bloqueos y «actos de terrorismo».
Coordinación opositora
El domingo, Reyes Villa se reunió con otros candidatos opositores, Samuel Doria Medina y Jorge «Tuto» Quiroga. Los tres emitieron un comunicado conjunto exigiendo agilizar los créditos, en línea con su discurso de «consolidar la democracia».
El telón de fondo: bloqueos y acusaciones cruzadas
Organizaciones sociales afines a Morales mantienen bloqueos en carreteras desde el 2 de junio, exigiendo la renuncia de Arce. El Gobierno responsabiliza al expresidente de orquestar las protestas para forzar su candidatura. Morales niega promover violencia pero defiende el derecho a protestar, acusando a Arce de «tener valores extraviados».
Bolivia en pie de guerra
La crisis actual surge en un contexto de polarización política y tensiones económicas. Las protestas lideradas por sectores afines a Morales se intensificaron tras su exclusión de las elecciones, mientras el Gobierno denuncia una estrategia para desestabilizarlo. Los bloqueos han paralizado sectores clave, agudizando la escasez de combustibles.
La pelota está en el tejado del Legislativo
La aprobación de los créditos podría aliviar parcialmente la crisis, pero el conflicto político persiste. La presión opositora y las movilizaciones sociales marcarán los próximos días, en un escenario donde las acusaciones de injerencia y violencia dominan el debate público.