Canadá se compromete a alcanzar el gasto del 2% en defensa para la OTAN en 2025
El primer ministro Mark Carney anunció el aceleramiento del presupuesto militar. La decisión busca responder a las presiones de EE.UU. y a un escenario global más inseguro. El anuncio precede a la cumbre del G7 en Alberta.
«Un nuevo imperialismo amenaza»: el giro defensivo de Canadá
Carney afirmó que «las potencias medias deben competir por intereses y atención» en un mundo donde EE.UU. reduce su protección. «Si no están en la mesa, están en el menú», declaró, citando un lema recurrente. El plan incluye priorizar materiales canadienses como acero y minerales críticos en las compras militares.
Presiones y plazos ajustados
El compromiso llega cinco años antes de lo previsto, tras reclamos del presidente Donald Trump y su embajador Pete Hoekstra. Canadá también evalúa un posible aumento del gasto al 5% si la OTAN aprueba la propuesta del secretario general Mark Rutte en la cumbre del 24 de junio.
Cambio de rumbo histórico
El ex primer ministro Justin Trudeau había descartado en privado cumplir con el 2%, según filtraciones del Pentágono. La medida rompe con décadas de reticencia bipartidista, aunque ya en 2001 el entonces canciller John Manley advertía: «No podemos sentarnos en la mesa del G8 y desaparecer cuando llega la factura».
De la hegemonía estadounidense a la autonomía
Carney señaló que EE.UU. «monetiza su hegemonía», cobrando por acceso a mercados y reduciendo su contribución a la seguridad colectiva. Canadá participará en la iniciativa ReArm Europe y fortalecerá su base industrial militar para depender menos de su vecino.
Un giro con sello canadiense
El plan busca equilibrar las demandas de la OTAN con el beneficio local, priorizando insumos nacionales. La eficacia dependerá de los ajustes presupuestarios que se definan en otoño, en un contexto de tensiones comerciales con EE.UU. y debates sobre el gasto en seguridad global.