Miles de fraternos renuevan su fe al Señor del Gran Poder
Más de 70 fraternidades preparan la entrada folklórica declarada Patrimonio de la UNESCO. Este domingo, devotos bailaron en el barrio Ch’ijini como preludio al evento principal del próximo sábado en La Paz. La celebración combina religiosidad y tradición cultural boliviana.
«El Tata nos proteja siempre»: promesas entre danzas
Al ritmo de morenadas y caporales, miles de fraternos renovaron su devoción en el Santuario del Gran Poder. «Para la unidad de mi familia, yo quisiera que el Tatita nos proteja siempre», expresó un danzante. La «pre-entrada» recorrió avenidas paceñas como Baptista y Buenos Aires, culminando en la plaza Eguino.
Preparativos para el gran día
El sábado 14 de junio, 50.000 bailarines y 20.000 músicos paralizarán La Paz con trajes nuevos y bandas de bronce. Aunque este domingo no lucieron los atuendos completos, la presentación anticipó el esplendor de la entrada oficial, que incluye danzas como tinkus y diabladas.
Raíces que trascienden fronteras
La festividad, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO en 2019, fusiona fe católica con tradiciones indígenas. Devotos agradecieron salud y prometieron continuar bailando «si así lo desea el Tata». La celebración refuerza la identidad paceña y atrae turismo internacional.
Cuando la ciudad late al compas de la fe
La entrada del Gran Poder nació en 1939 como una procesión religiosa y evolucionó hacia un fenómeno cultural masivo. Su reconocimiento por la UNESCO en 2019 consolidó su valor como símbolo de diversidad boliviana, integrando mestizaje, música andina y sincretismo religioso.
Un sábado para recordar
El evento principal promete ser un espectáculo de color y sonido que mostrará la vitalidad de las tradiciones bolivianas. Su impacto económico y social en La Paz es significativo, movilizando artesanos, comerciantes y turistas, mientras refuerza el tejido comunitario.