Evo Morales niega ataque a ambulancia y acusa al Gobierno

Evo Morales niega haber atacado una ambulancia durante protestas en Cochabamba y acusa al Gobierno de manipulación. Ministros desmienten su versión.
El Deber

Evo Morales niega ataque a ambulancia y acusa al Gobierno de manipulación

El expresidente asegura que el vehículo transportaba policías y gases lacrimógenos. El hecho ocurrió durante protestas en Vinto, Cochabamba, el 7 de junio. Ministros desmienten su versión y denuncian agresiones a personal médico.

«¿Qué heridos? ¿Qué médicos?»: el relato de Morales

Evo Morales afirmó en radio Kawsachun Coca que la ambulancia atacada llevaba «tres policías llenos de gases». «Voltearon, y tampoco quemaron. Esa es la mentira», insistió. La ministra de Salud, María Renée Castro, rebatió: «Solo había barbijos y jeringas». Mostró imágenes de las cajas de insumos médicos en Bolivia Tv.

Contraste con la versión oficial

Castro detalló que cuatro heridos y tres paramédicos fueron agredidos, y la ambulancia de la CNS fue incendiada. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, calificó el acto como «violencia pura» y anunció acciones legales. La Policía de Cochabamba confirmó cuatro aprehensiones y 29 arrestos, incluido el presunto instigador.

Morales defiende protestas y denuncia «criminalización»

El expresidente acusó al Gobierno de usar las Fuerzas Armadas para reprimir y de intentar desprestigiarlo internacionalmente. «Nadie cree que sea golpista», declaró. Respaldó una investigación internacional sobre los conflictos en el Trópico, vinculados a su posible candidatura y defensa de recursos naturales.

El telón de fondo: bloqueos y tensión política

El incidente en Vinto forma parte de las protestas lideradas por sectores afines a Morales, que exigen la renuncia de Luis Arce. El Gobierno ha desplegado operativos policiales para liberar rutas y garantizar servicios esenciales, mientras la Fiscalía investiga los hechos.

Un conflicto que sigue escalando

El ataque a la ambulancia ha generado rechazo en la sociedad civil, que exige protección al derecho a la salud. Con versiones contradictorias y tensiones crecientes, el caso refleja la polarización en Bolivia.